Golborne reconoce que falla en central Nueva Renca pondría en peligro suministro eléctrico
Secretario de Estado dijo que en 2012 el sistema podría resistir sin problemas incluso un nuevo año seco, por la entrada en funcionamiento de obras que mejorarán el transporte de energía.
Jéssica Esturillo O.
(El Mercurio – 01/04/2011)
Por primera vez, ayer el biministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, reconoció que la continuidad de operación del principal sistema eléctrico del país, el Interconectado Central (SIC), depende de una sola central: la termoeléctrica Nueva Renca de Gener, que opera con gas natural licuado (GNL) y tiene 370 MW de capacidad.
“Tenemos que cruzar los dedos para que no falle el sistema, en especial la central Nueva Renca, porque ahí habría problemas”, aseguró ayer el secretario de Estado en el marco de una actividad organizada por la Asociación de Exportadores de Manufacturas (Asexma).
La vulnerabilidad en la mayor red eléctrica local -que desde Taltal a Chiloé abastece al 94% de la población nacional- detonó a fines de 2010, cuando el embalse Rapel entró en agotamiento a raíz de la severa sequía que afecta al país.
Esto obligó a prescindir de la central hidroeléctrica Rapel, que es una de las dos unidades que inyectan su energía directamente a la Región Metropolitana.
Golborne reconoció posteriormente que, en paralelo, más allá de la falta de recursos hídricos, lo que complica la normal operación del SIC y arriesga el abastecimiento eléctrico es el déficit en la capacidad de transmisión eléctrica, particularmente en el acceso norte a la capital.
“En la subestación Polpaico, donde hay una restricción importante, se están haciendo obras que permitirán que provenga mucha más energía desde el norte de Santiago, con lo cual aun en un año seco deberíamos poder abordar el año 2012 sin ningún problema”, explicó.
De esta forma, mientras las restricciones en el transporte de energía no puedan ser superadas, Nueva Renca y en menor medida Renca (100 MW), que usa diésel, jugarán un rol clave para mantener la estabilidad del sistema. Esto, pues en caso de fallar la primera unidad, el SIC sería incapaz de cubrir desde otros puntos esa energía.
En términos simples, explican en la industria, si Nueva Renca sufriera una falla, no sólo afectaría el abastecimiento de Santiago, sino que el de todo el SIC. Esto, porque como la Región Metropolitana es el principal punto de consumo del sistema, su caída rompería el equilibrio operativo entre oferta y demanda.
Nueva Renca está próxima a su mantención, proceso programado para el 1 julio y que se extendería por 56 días. En 1999, la postergación de estos trabajos hizo que esta unidad fallara cinco veces. Lo anterior, sumado a un desperfecto en la central Nehuenco de Colbún y la sequía, obligó a aplicar cortes programados de suministro.
Suerte
El ministro de Minería y Energía recomendó “cruzar los dedos” para que esta central no falle.