Brooklyn Grange Farm: la granja en tejado más grande del mundo
Alimentación saludable para las personas y beneficios al medioambiente. Tal como suelen promover las organizaciones y movimientos que trabajan por la sustentabilidad urbana, la incorporación de verde en las ciudades parece ser, en todas sus versiones (parques, plazas, huertos familiares) beneficiosa en múltiples aspectos.
La Brooklyn Grange Farm se encuentra en el tejado de un viejo edificio industrial en New York. Tiene cerca de 2 mil metros cuadrados y en ella se cultivan desde tomates y albahaca hasta zapallos, de forma orgánica. Conoce después del salto cómo se formó el proyecto y cómo se mantiene.
El grupo que lleva la granja urbana homónima comenzó a trabajar en 2009. El proyecto se armó bajo la guía del ingeniero Ben Flanner, y el nombre inicial del movimiento se mantuvo, aunque la granja que hoy funciona no está ubicada en Brooklyn, sino en Queens. Esta es la primera, pero pretenden construir otras nuevas en otros sectores de la ciudad.
El modo de funcionamiento de la granja es como una pequeña empresa privada: se cultivan vegetales que se venden a restoranes y tiendas locales, pero la idea es siempre hacer que cada vez más personas puedan acceder a la alimentación saludable, y el trabajo en las huertas se realiza mediante voluntariados: colegios, vecinos y organizaciones comunitarias suman esfuerzos y generan lazos mientras cuidan los cultivos.
La granja en Queens se instaló como tal el año pasado, y el tejado está arrendado a la compañía dueña del edificio por un plazo de 10 años. Con ayuda de evaluaciones de ingeniería, el grupo instaló la granja teniendo en cuenta las condiciones estructurales del tejado, para que soportara el peso. El proceso para crear el huerto consiste en, primero, aislar el tejado con una capa que funciona como barrera para que las raíces no lo traspasen; luego viene una capa de fieltro y luego una alfombra de drenaje que contiene el exceso de agua producto de las lluvias. La capa de drenaje se protege con otra de fieltro, y luego se puede utilizar una tierra especialmente ideada para tejados verdes: contiene materia orgánica y pequeñas piedras minerales que van desintegrándose para nutrir las plantas.
Según cuentan los creadores de la Brooklyn Grange, lo más difícil es subir los kilos y kilos de tierra al techo. El trabajo se efectúa con voluntarios del vecindario y la comunidad, y los cultivos son orgánicos; es decir que no se utilizan fertilizantes ni pesticidas químicos.
La cubierta vegetal que se crea permite una mejor absorción de aguas lluvias, punto que suele ser crítico en las ciudades, ya que el cemento en todos lados provoca inundaciones frecuentes durante la temporada de invierno. Además ayuda con la refrigeración ambiental (sin implicar un gasto extra de electricidad) de la ciudad, mitigando las islas de calor que suelen producirse en las zonas con mucha emanación de energía .
Por supuesto, durante el frío invierno neoyorkino no puede cultivarse nada en el techo, al aire libre, pero esta temporada se implementaron invernaderos, para criar los pequeños brotes de semillas protegidos y luego implantarlos en el suelo nuevamente preparado para la llegada de la primavera.