Con tecnología en iluminación recuperan Virgen del San Cristóbal
El Parque Metropolitano de Santiago y el Cerro San Cristóbal en su conjunto, presentan varios conocidos lugares de esparcimiento para la capital. Piscinas, espacios recreativos, restoranes y el zoológico son algunas de sus atracciones. Pero hay una imagen que suele ser la más reconocida, más que por ser un símbolo religioso por ser la que corona una de las caras del cerro: la estatua de la Virgen.
El simbólico monumento es una de las vistas típicas de Santiago, y la infraestructura en la cima del cerro incluye un santuario. Por medio de un proyecto de Enersis que ha recorrido Latinoamérica restaurando y modernizando la infraestructura de las iglesias, se mejoró su iluminación, con lo que se ofrece una renovada imagen al típico ícono urbano.
Con iluminación eficiente y una disposición que provoca un menor impacto visual en el entorno natural se renovó la imagen de la Virgen del Cerro San Cristóbal.
El tipo de luz que hasta marzo pasado se utilizaba para iluminar la estatua de noche le daba unos tonos azulados, y las instalaciones en que se encontraban los focos también lograban verse, provocando una imagen un tanto congestionada. Ahora, con la finalización del proyecto de recuperación llevado a cabo por la arquitecta especializada en iluminación eficiente Oriana Ponzini, la imagen que se aprecia en las noches santiaguinas resulta mucho más blanca y limpia.
Con tecnología LED, que logra un 70% de ahorro energético, se logró intensificar el color blanco de la figura, y apuntar directamente a ella, evitando las antenas cercanas y otras estructuras. Estos nuevos focos fueron montados durante el verano, de forma paralela al funcionamiento de la iluminación antigua, para que la estatua no quedara a oscuras. Las siete nuevas luminarias se instalaron en tres postes que además entorpecen poco la visibilidad al estar entre los árboles del lugar.
“La imagen de la Vigen protectora, que cuida la ciudad, creo que está en la mente de todos los habitantes, independiente de su creencia religiosa, además de ser un hito visual. Es también, el remate de un peregrinar por el cerro, desde donde se domina la ciudad.Al atardecer, el resplandor generado por la reflección de la luz sobre la escultura, inunda el espacio del mirador y las escalinatas, de una luz blanca suave, que te permite disfrutar de los colores del atardecer”, señala Oriana Ponzini, arquitecta que llevó a cabo el proyecto junto a su oficina.
Mejorando la visibilidad de la figura con iluminación eficiente y estructuras de reducido impacto visual, se logra dar realce a esta imagen urbana, así que se pensó en todo para hacerlo lo mejor posible. “Se instalaron postes, de una altura tal, que lograramos un buen ángulo de dirección de la luz y evitáramos el deslumbramiento de ver en forma directa la fuente de luz. Se ubicaron en puntos que no interfieren la visión de la escultura y la vista hacia la ciudad. Se retiró la estructura de soporte, de la antigua iluminación, desde la base de la escultura, devolviendo la silueta a la escultura de la Virgen”, detalla Ponzini.
Además de la intervención en la figura del cerro, el grupo de trabajo de Oriana Ponzini ha participado en la recuperación de infraestructura de iluminación en otros 51 monumentos religiosos del país, como la Catedral de Santiago, la Iglesia de San Francisco, la Iglesia de Castro en Chiloé y la Iglesia de Parinacota en La Serena.