Dueño de heladerías se adjudica pérgola de Plaza Ñuñoa
En medio de críticas de vecinos, Osvaldo Espinoza, quien tiene otros seis locales, obtuvo la concesión por 30 años de una cafetería en el lugar.
(La Tercera – 11/05/2011)
El terreno que hoy ocupa la Plaza Ñuñoa se ubicaba a fines del siglo XIX dentro de la chacra San Gregorio de Ñuñoa, hasta que su propietario, el rico minero del salitre Luis Gregorio Ossa, decidió vendió el sitio a José Pedro Alessandri para su urbanización. A la municipalidad se le ofreció un sitio especial para trazar una plaza. Hoy, las casaquintas de la zona desaparecieron, pero de esa época dorada se conservan algunos resabios, como la Pérgola-Odeón de la Plaza Ñuñoa, construida en 1948.
El 15 de marzo pasado este lugar fue concesionado por la municipalidad al empresario gastronómico Osvaldo Espinoza. El sitio, ubicado frente al restaurante Las Lanzas, fue un lugar de encuentro en la década de los 50, pero hoy se encontraba abandonado y era foco de perros vagos y mendigos. Por ese motivo, la municipalidad decidió traspasarlo a un privado, para su restauración y la habilitación de una cafetería y baños públicos.
“La primera inversión de este particular será mejorar la pérgola, porque hoy es un peligro público, y si no la hemos demolido es porque es un hito urbano de Ñuñoa”, dice el alcalde Pedro Sabat.
A fines de marzo, Espinoza firmó el contrato como concesionario de la pérgola y de los 283 metros cuadrados circundantes, por un total de 11.657 UF (253 millones aproximadamente).
El proyecto fue aprobado de forma unánime por el concejo municipal, aunque con modificaciones: como disminuir la concesión de 35 a 30 años y no permitir la venta de alcohol. “No estamos de acuerdo en privatizar la pérgola. Pero en vista de que la propuesta se mantuvo sin cambios y que en la sesión éramos minoría los que la rechazábamos, aprobamos el proyecto, pero con la condición de que no se pudiera vender alcohol y cigarros”, explica el concejal Manuel Guerrero.
Luego, el 28 de abril, un grupo de vecinos presentó al municipio un recurso de ilegalidad, el cual fue rechazado por Sabat.
Nuevo salón de té
Osvaldo Espinoza es dueño de los helados artesanales La Foca, con seis locales en Santiago, uno de ellos en Bustamante con Irarrázaval. En febrero se enteró de la licitación y encontró que la pérgola era un buen lugar para una cafetería.
“Será un lugar para la familia. No estoy pensando en un local para tomarse un trago, sino que esté abierto en el día y los fines de semana. Además, voy a mantener las áreas verdes de alrededor”, cuenta el empresario.
Tras la restauración de la pérgola, que es de albañilería armada y tiene sus muros, cornisas y tejas dañadas, se vidriará, para ubicar el salón de té. Además, se ampliará su subterráneo, para ubicar la cocina que ofrecerá repostería y comida internacional de martes a domingo. También habrá estacionamientos de bicicletas.
Sin embargo, Espinoza no quiso referirse a los detalles del proyecto, porque el municipio aún no le traspasa el terreno, debido a que Chilectra tiene allí subestaciones eléctricas, que se está negociando que se retiren.