Calidad del aire en Santiago: medidas paliativas no dan soluciones permanentes

Durante las últimas semanas, y a pesar de las bajas temperaturas que hemos tenido en la capital durante las mañanas, a eso del mediodía el sol aún nos da algunas horas de calor otoñal. Aunque los días están bonitos, durante esta época se generan las condiciones atmosféricas más desfavorables para la ventilación de la cuenca de Santiago.

El pasado jueves 05 de mayo la Intendencia Metropolitana declaró la primera Alerta Ambiental de la temporada, lo que implicaba aumentar los dígitos para la restricción vehicular, prohibir el uso de calefactores a leña y biomasa y recomendar a las personas que se abstuvieran de realizar actividades físicas. Hoy viernes estamos bajo la segunda Alerta Ambiental, pero en varios medios se ha dicho que el día clave era ayer, puesto que se pasó por un cuadro de empeoramiento de los niveles de contaminación

Todos los años, en esta época, en la capital pasamos por condiciones críticas de calidad del aire. Mientras la temporada de lluvias se retrasa cada temporada, o se vuelven más escasas, los servicios de salud suelen prepararse para recibir grandes cantidades de pacientes, principalmente niños pequeños, con crisis respiratorias. A través de la prensa se anuncian los preparatorios y las medidas de contingencia que se aplican en los servicios públicos de salud para recibir el aumento de demanda, pero pocas veces  conocemos que se tomen medidas para evitar las enfermedades, bajar los niveles de contaminación y hacer frente a las condiciones climáticas antes de que se tengan que decretar las emergencias.

A pesar de que aún hay algunos días soleados y despejados, basta sólo recorrer las calles de Santiago a cierta altura, desde un paso sobrenivel o un viaducto de metro, para notar la capa de contaminación sobre la capital. De hecho, la niebla matutina que hemos tenido en algunas comunas de la capital está impregnada de esas sustancias contaminantes suspendidas en el aire.

Actualmente existen para Santiago estaciones de monitoreo de la calidad del aire, y éstas entregan sus datos cada hora a través de la web de la Seremi de Salud Metropolitana, y a pesar de durante la tarde de ayer sólo dos estaciones indican que el aire estaba malo, y cuatro se encuentraban con la medida de regular, según el diputado DC Gabriel Silber, la situación ameritaba una nueva Alerta Ambiental.

Aún cuando la Alerta se decretó para hoy, en esta o en sucesivas ocasiones, puede no ser una medida suficiente, ya que no previene los colapsos ambientales y de los servicios de salud, sino que como mucho resta una pequeña cantidad de agentes contaminantes (más que nada automóviles) para hacer bajar algo los niveles hasta una condición relativamente aceptable.

El problema de fondo, entonces, no se trata de tener más alertas ambientales, que son medidas tomadas a posteriori de la detección de niveles críticos de contaminación, sino de establecer políticas de acción preventivas, estacionales y adecuadas al período climático complicado que antecede todos los años a la época de lluvias.

El miércoles recién pasado, según indicó la agencia de noticias UPI, se inició una campaña de información llamada “Programa de educación ambiental para la gestión de episodios críticos 2011”, que consiste básicamente en enviar por correo electrónico la información diaria de la calidad del aire en Santiago, al conglomerado de empresas que forman la “Mesa de empresas por la educación para la sustentabilidad“, que cumplirían la labor de difundir en su red de contactos los datos recibidos.