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Pese a que este es un post sobre fotografía, comentaré las ventajas que se pueden extraer del procedimiento que permitió el rescate de este edificio, (historia para mi llamable “kiss that frog” o cómo un basural se transforma en joya):

Primero, el esquema de gestión propuesto en que el Estado a través del PRDUV, que ha liberado al inversionista privado de la congelante normativa patrimonial que por falta de incentivos “congela” por décadas la posibilidad de invertir en proyecto emblemáticos como este. La modernización de la Ley de Monumentos Nacionales, pasa por reconocer esta modalidad combinada de intervención público-privada con inclinación al interés colectivo de resguardo del edificio y su contexto. Sugiero ver foto en articulo @Purb http://bit.ly/kd6rTX que muestra el edificio original y como se ha reconvertido su cubierta, sin duda adecuada propuesta de Juan Sabbagh.

Segundo, es que este procedimiento a anulado la lógica mercantil condicionada a la máxima rentabilidad y por tanto no se “asomó” ningún volumen hacia arriba que justificara la inversión, cuidando un contexto preexistente, además de los conos de visión normados en Valpo. para los miradores y paseos.

Asimismo, la cáscara que sobrevivió al edificio original se tornó condición basal de diseño y obliga igualmente a un acercamiento que reconozca las variables de lo preexistente y del resultado a lograr. Basta ver casos como las cascaras de Palacio Pereira y ex El Mercurio de Santiago para reconocer otro procedimiento que, evitando la demolición de la fachada y salvando sectores puntuales, ha levantado torres levemente retraídas pero igual señal de rentabilidad de lógica privada. Sugiero ver http://www.3tv.cl/index.php?m=video&v=17973 y luego ver la distancia entre estas opciones (similares al edificio CSAV de la Plaza Sotomayor) y el radiante Palacio Luis Cousiño.

Tercero, es que Valparaíso nos ha venido acostumbrando a informar deterioros, fraudes, demoliciones y explosiones, por lo que casos como este deben no solo relevarse, sino celebrarse como señal de cambio. No es casualidad que las cascaras de Cousiño, Pereira y exMercurio abandonadas por 30 años estén hoy todas en proceso de mejora y es oportunidad de los arquitectos lograr el concierto interdisciplinario que convenza correctamente a la inversión. de la mano de la modernización normativa.

Finalmente, seguir atentos a los procedimientos que se darán en otros edificios ya seleccionados por el PRDUV, pero también reconocer en este resultado las opciones para nuestro patrimonio construido y su rescate.

Saludos.