Intendencia de Santiago autoriza marchas por Hidroaysén

Dolores.
Ya ves cómo yo tenía razón.

POR SUPUESTO que no todos tiran piedras, pero los reporteros gráficos apuntan sus cámaras a los veinte o treinta pelagatos que sí las tiran, y no a los que han ido pacíficamente – y que a fin de cuentas tienen que abandonar la marcha CORRIENDO porque no pueden controlar a los descarrilados (algunos sapos se quedan a ver el show de las piedras, del guanaco y similares).

Una preguntita: si la protesta es legítima y la marcha está autorizada, ¿por qué los tirapiedras se tapan la cara?
Una respuestita: PORQUE ESE GRUPITO NO IBA A PROTESTAR SINO A JODER.

Hoy en día es barato contratar claque, ya que siempre hay muchachos aburridos de fumar marihuana y calentar postes con la espalda, y no se pierden la tirada de piedras: LES DIVIERTE.

Tampoco faltan los nudistas.

Sin lugar a dudas, quienes realizan estas acciones vandálicas tienen muy claro el hecho de que con esos actos bárbaros NO LE HARÁN NINGÚN BIEN AL MOVIMIENTO DE PROTESTA sino todo lo contrario: lo van a desacreditar.

Otra profecía que no necesita bola de cristal:
Los medios de comunicación, para referirse a los que protestan, mostrarán UNA Y OTRA VEZ a los veinte o treinta estúpidos que tiraron piedras, para mostrarle al mundo que en Chile no hay otra manera de protestar, y que, en consecuencia, al pueblo hay que darle pan, circo, Y GARROTE.

Desde luego, alternarán las piedras con las carteleras, para meter bien en las mentes de los espectadores la idea de que las piedras vienen directamente de la protesta.

¿Alguien duda de mi profecía?
Sólo miren los noticiarios.

Y desde ahora, a ver si se olvidan un rato de las protestas callejeras y organizan más foros y debates BAJO TECHO (es más fácil controlar a los descarrilados), generando ideas y conclusiones que luego deben publicarse en las carteleras de las Juntas Vecinales y de los Colegios (si es que por fin vamos a construir sociedad educadora).
No dejemos que destruyan las antiguas salas de cine: sirven divinamente para el teatro, la música, las conferencias, los foros, y toda clase de eventos culturales, académicos y políticos, de manera colectiva, cívica; no nos acostumbremos a “participar” desde Internet, en chancletas y calzoncillos desde nuestra casa, sin mirarnos a la cara con nuestros vecinos.

Si en verdad queremos una democracia PARTICIPATIVA hay que asegurar los espacios para esta participación.
La otra alternativa ya la hemos visto: es la ley de la selva, donde el ciudadano nunca gana.
Advertencia: durante un foro, quienes pidan marcha callejera SON CLAQUE; ojo con ellos.