¿Sirve un Plan Regulador de hace 30 años? Las dunas de La Herradura. Coquimbo
“El movimiento ciudadano de Coquimbo tiene preparada una protesta para defender las dunas de la Herradura y evitar así la creciente construcción de edificios de departamentos en el sector de la playa”. De esta manera comenzaba una nota aparecida en la prensa local hace unas semanas, en la que se describía la situación en la que se encuentra el sector de La Herradura en la ciudad de Coquimbo.
La Herradura, un sector costero de la ciudad de Coquimbo, es una pequeña bahía que alberga variadas actividades, tales como: Universidad, caleta artesanal, muelle de la CMP, marina de yates, vivienda definitiva y temporal y un sector de playa, que sirve como lugar de esparcimiento para los vecinos del sector, y que en verano es altamente demandado por turistas. Durante los últimos diez años, o tal vez más, el sector aledaño a La Herradura, conocido como Sindempart, ha tenido un gran desarrollo inmobiliario.
Esta situación, la de un reclamo ciudadano ante autoridades que parecen vivir en ciudades distintas a las que administran, se han hecho cada vez más comunes en todo el país, pero siempre queda la pregunta ¿sirven de algo? Independiente de si sirven o no para realizar cambios en el comportamiento de las autoridades, por lo menos ponen en discusión temas que de otra manera, no serían tema.
El caso de La Herradura ha puesto en la mesa ciudadana una situación tan o más grave, que la construcción de una serie de inmuebles sobre sus dunas. Me refiero a la situación actual del Plan Regulador Comunal (PRC).
Los PRC son instrumentos que promueven el desarrollo armónico del territorio comunal, en especial de sus centros poblados, en concordancia con las metas regionales de desarrollo económico-social (LGUyC art. 41). Se supone que su fin es plantear el desarrollo de la ciudad en un horizonte de 30 años (hacia adelante, no hacia atrás).
Vigente desde el año 1984 y en trámite de modificación desde el año 1999, el PRC de Coquimbo ha demostrado tener no sólo grandes falencias, sino también no estar en sintonía con la realidad de la ciudad. Esto último es entendible pues estamos hablando de un instrumento de hace 27 años. Lo que no es entendible es que una de las comunas con mayor crecimiento demográfico (33,9 v/s 12,9 nacional) y un crecimiento de superficie muy por encima del promedio (75,9 v/s 34,9 nacional) tenga un instrumento normativo de su territorio con 27 años de desfase con las dinámicas reales.
Si se aprobara su actualización, sería con estudios para su modificación realizados hace 12 años. Creo que no tengo que explicar que las ciudades son dinámicas y en constante evolución, por lo que un instrumento regulador con esta cantidad de años de desfase es bastante inútil.
Ante la poca capacidad del municipio porteño para la realización de su PRC, el Gobierno Regional y el MINVU han tomado la iniciativa comunal como propia, haciéndose cargo técnica y financieramente de la elaboración del nuevo instrumento, esto debido a la importancia de que la comuna, parte de la cuarta conurbación más grande de Chile, cuente con un instrumento actualizado.
La situación actual de La Herradura no es nueva, reaparece en la contingencia cada cierto tiempo y la respuesta de las autoridades siempre es la misma: “El plan regulador vigente (1984) permite la construcción de edificios de altura en el sector de la dunas y que el nuevo regulador, que se está tramitando (1999) establece zonas protegidas donde no se podrá construir”. El problema, es que al ritmo en que se tramita el nuevo PRC, las zonas protegidas por éste ya estarán construidas.
El movimiento ciudadano de Coquimbo no ha sido sólo protestas. Desde su inicio y promovido por la larga espera de la actualización del instrumento normativo, ha propuesto la creación de un seccional para la zona, que posibilite resguardar el espacio de las dunas, iniciativa que independiente de la los cambios de autoridad no ha sido tomada en cuenta. Esta situación es extraña porque ésta siempre se ha manifestado a favor de los ciudadanos y con la “voluntad política de resguardar el patrimonio natural de la comuna”. De hecho, en sus últimas declaraciones el actual alcalde ha manifestado que: “si de mí dependiera pararía las construcciones, pero no puedo, no tengo la facultad con el Plan Regulador”.
Las dunas de La Herradura, sitio del conflicto ciudadano con que comienza este texto, lugar en que actualmente se construyen 3 edificios y se proyectan aún más (seis edificios de 4 pisos y dos de 10), son, para vecinos y diversos especialistas, “un patrimonio ecológico de la comuna”, patrimonio, para el que “es lamentablemente muy tarde, porque a esta altura la bahía de la Herradura está completamente destruida por el descuidado desarrollo inmobiliario”.
En la actualidad, el municipio porteño es dueño de 4 hectáreas en el sector de las dunas, las cuales se ha comprometido a proteger y no vender, por lo menos durante la actual administración. Después será problema de otros.
Como tantas veces nos encontramos frente a una situación legal, amparada en una legislación obsoleta pero vigente, que afecta al medioambiente y por consecuencia, a los habitantes de un sector.
La situación de las dunas de La Herradura es uno de tantos ejemplos que dejan de manifiesto la importancia de tener Instrumentos de Planificación, por lo menos actualizados.
Y tú, como ciudadano que habita un territorio, ¿Conoces el Plan Regulador de tu comuna?, sabes al menos, ¿Desde cuándo está vigente?
Datos PRC de Coquimbo:
El proceso de Actualización y Modificación al Plan Regulador de Coquimbo, se inició en el año 1996, el estudio de éste, se formuló entre los años 1997 y 2000, obteniendo Resolución de Calificación Ambiental, el año 2008,
El 2009 es aprobado por el Consejo Regional, los antecedentes que lo componían se enviaron a la Contraloría, la que objetó el instrumento en Febrero del 2010.
Dictamen de Contraloría respecto al PRC de Coquimbo