Oposición en el norte de Italia a tren de alta velocidad
Durante la semana pasada, un grupo de manifestantes mantenía tomados los terrenos en los que se comenzarían a construir las instalaciones de una vía de tren de alta velocidad entre las ciudades de Turín, Italia, y Lyon, Francia.
Aunque el acuerdo entre ambos países para crear una conexión rápida data de 2005, este pasado 30 de junio era el último plazo del gobierno italiano para comenzar con las obras, que han topado con la oposición de grupos de italianos que aseguran que la gran inversión no obedece a los intereses de las personas, además de ocasionar un daño al medio ambiente de proporciones considerables.
El pasado 27 de junio, en el pueblo de Chiomonte, norte de Italia, hubo un enfrentamiento entre la policía y un grupo de manifestantes que se encontraban desde hacía semanas acampando en los bosques de La Magdalena, ocupando el espacio en el que comenzarían las obras de una línea de tren expreso entre Italia y Francia.
El desalojo de los ocupantes produjo un saldo de cerca de 40 heridos, entre policías y civiles, hechos que se repitieron este fin de semana, con la continuación de las protestas por parte de la ciudadanía.
La obra en cuestión se trata de una línea ferroviaria que unirá las ciudades de Turín y Lyon, que prevé la construcción del túnel más largo de Europa, unos 58 kilómetros soterrados atravesando los Alpes. El tramo que pasará por los bosques de La Magdalena sería un túnel secundario de servicio, a cuyo inicio de obras se oponían los activistas del movimiento “No TAV” (Tren de Alta Velocidad), porque dicen afectará de forma considerable el ecosistema del lugar. Además de oponerse a la gran inversión que implica la obra, los movimientos ciudadanos apuntan a su insostenibilidad ambiental y económica.
La oposición ciudadana no pudo impedir que comenzaran las obras de construcción de este tramo de las vías, ya que el gobierno italiano ya había recibido como fecha límite el 30 de junio para comenzar con las obras que permitirán implementar este plan de transporte entre fronteras, financiado por la UE con un aporte de más de 670 millones de euros.
Italia ya cuenta con un tren de alta velocidad, que comenzó a funcionar en 2008, y que corre entre las ciudades de Roma y Milán.