Plan regulador de Santiago prohibirá nuevos edificios de más de 16 pisos
La modificación involucra al Barrio Universitario y a la zona que va desde la Alameda hasta la calle Diez de Julio.
(La Tercera – 11/07/11)
Por Darío Zambra
Lo hacían cada noche de Año Nuevo. Sacaban a las calles mesas, sillas, comida, champaña y sus mejores tenidas. Era una tradición de los vecinos de Santiago que vivían desde la Alameda al sur, en los sectores de Lord Cochrane, Nataniel, San Diego, Santa Isabel y sus alrededores. Cuando llegaba la medianoche, desde esos lugares miraban los fuegos artificiales de la Torre Entel.
Pero hace años dejaron de hacerlo. Desde sus casas ya no se ven los fuegos que celebran la llegada del nuevo año. Se lo impiden los grandes edificios de departamentos que hoy abundan en esta zona. Algunos tienen más de 70 metros de altura y reflejan el vigoroso desarrollo inmobiliario que ha tenido este sector. Pero los vecinos aseguran que estas torres también han afectado la calidad de vida del barrio.
“Tienen una altura exagerada. Las casas no reciben la luz del sol, tienen sombra todo el día, algunas han perdido la intimidad, porque están rodeadas de ventanas y no falta la gente que se pone a tirar cosas a nuestros patios”, lamenta Margarita Parada, presidenta de una de las juntas de vecinos de la zona.
Sin embargo, en los próximos años no se verán más torres de tal magnitud. En septiembre, la Municipalidad de Santiago tendrá listo el nuevo plan regulador del sector que va desde la Alameda por el norte, Blanco Encalada-Diez de Julio por el sur, Vicuña Mackenna por el oriente y Bascuñán Guerrero por el poniente.
La principal modificación es que se reducen las alturas permitidas. En la mayor parte del sector, los nuevos proyectos inmobiliarios no podrán superar los nueve pisos.
En el caso de las avenidas Santa Isabel, Santa Rosa y Vicuña Mackenna se permitirán hasta 16 pisos si se cumplen algunas condiciones. Entre éstas están que se destine el 18% del terreno a jardines; que el 65% de los departamentos tengan superficies mayores a los 50 M2, y que al menos el 30% de la fachada más grande tenga cubierta vegetal.
“Hay edificios que llegan a los 33 pisos y muchos vecinos plantearon reclamos por los inconvenientes que generan, como la sombra y la poca ventilación”, explica Marcia Cuiza, arquitecta del Departamento de Urbanismo del municipio.
El nuevo plan regulador también crea dos nuevas zonas de conservación histórica: una en las calles Guayaquil y Ecuador y otra en los barrios Ejército y Dieciocho, donde hay inmuebles de interés patrimonial que se quieren proteger.
La Cámara de la Construcción se ha opuesto a esta última medida. “Lo que hace es atar de manos a los dueños de los inmuebles protegidos, ya que tienen que conservarlos y no se pueden tocar. Además, impone restricciones para construir a las propiedades colindantes”, sostiene el gerente de Estudios del gremio, Javier Hurtado.
Esteban González, socio de AGS Visión Inmobiliaria, asegura que estos cambios al plan regulador “generarán un período de estancamiento de nuevos proyectos y el interés de las inmobiliarias migrará hacia otras zonas, como la de Santa Isabel al sur”.