Huertos Urbanos: legalización en San Francisco
Los huertos urbanos son cada vez más comunes y son muchas las ciudades en las que se han implementado. Con el tiempo se ha ido innovado en sus formas de instalación y actualmente los vemos no sólo como pequeñas huertas en balcones y terrazas sino que también a mayor escala en azoteas y espacios públicos en barrios.
Los beneficios de estas propuestas urbanas son múltiples: dotan de nuevos espacios verdes, mejoran el entorno y sirven de recreación para los visitantes. Además desde una perspectiva comercial permiten generar recursos con la venta de los productos a restaurantes y mercados, extendiendo la oferta de frutas y hortalizas saludables para la comunidad.
Pero muchas veces estos proyectos, que conllevan un compromiso de la comunidad, no prosperaban ya que se encontraban con reglamentos y normativas propios de cada ciudad. Pero esto parece estar cambiando y ya hay casos de ciudades que han decidido normalizar esta situación para generar un desarrollo complementario en los barrios.
Esto es lo que pasó en San Francisco (Estados Unidos), donde el alcalde Edwin M. Lee, firmó el 20 de Abril pasado, una ´Ordenanza de Agricultura Urbana´, ley que permite la agricultura urbana en todas las áreas de la ciudad y que además habilita la comercialización de los productos cosechados.
Las antiguas leyes de zonificación prohibían la venta de cosechas de zonas urbanas, para llevarla a cabo, se requerían costosos permisos y una audiencia ante la Comisión de Planificación Urbana que otorgaba la autorización.
Con la nueva ordenanza se permite la venta, recolección y donación de los productos frescos cultivados en toda la ciudad y también se reconoce la venta de productos derivados de las cosechas como, conservas y mermeladas, sólo se exceptúa su venta en áreas de uso 100% residencial.
La ordenanza habilita el desarrollo de la agricultura urbana y así se resguarda que las huertas sean manejadas de forma compatible y complementaria con los barrios de la ciudad. Además se reglamenta la venta de productos que, antes de esta iniciativa, se consumían sin regulación previa.
Con esta nueva ley se espera aumentar la producción local de frutas y hortalizas, revitalizar las tierras baldías y crear nuevos empleos verdes. Incentivas que motivan a las personas a no sólo ser parte del barrio sino que a construir y comprometerse con su comunidad.