Exámenes confirman metales tóxicos en menores vecinos a complejo Ventanas
Por M.E. Pérez y T. Meruane, Valparaíso y Santiago
Hoy se entregan los resultados del estudio a los alumnos de la escuela La Greda, quienes estudian a pocos metros del área industrial.
Es un hecho: los escolares de La Greda tienen arsénico y plomo en sus organismos. Así lo confirmaron a La Tercera fuentes que tuvieron acceso al estudio realizado desde mayo a los alumnos de la escuela, ubicada a sólo metros del complejo industrial Ventanas, en la V Región.
La investigación fue encargada por el Ministerio de Salud a un equipo de la Universidad Católica y los resultados serán dados a conocer hoy.
El informe termina con una larga espera que comenzó en enero, cuando el ISP confirmó la contaminación por metales y metaloides en el suelo y las salas de este colegio. El recinto está situado a menos de 500 metros de centrales térmicas, cementeras, un puerto y una fundición.
Los análisis
Del total de sustancias encontradas en el recinto (plomo, arsénico, cobre, cadmio, níquel y zinc), al menos, las dos primeras fueron detectadas a través de los exámenes a los niños. Estas sustancias pueden ser altamente cancerígenas y provocar varias enfermedades (ver infografía).
Hoy, los profesionales de la UC entregarán a los apoderados, en un sobre cerrado y por cada alumno, los resultados neurológicos, la espirometría y los niveles de exposición de cada estudiante al arsénico (arrojado por muestras de orina) y al plomo (análisis de sangre). Expondrán, además, los rangos de riesgo para cada escolar y un perfil por grupo con las principales características detectadas en los resultados.
Consultados, ni el grupo de expertos de la UC ni la seremi de Salud de Valparaíso ni el intendente de la V Región, Raúl Celis, se refirieron a los resultados. La respuesta de todos fue que sólo hoy se comunicarán los datos.
Para definir el nivel de exposición por cada niño, los especialistas habrían seguido la metodología internacional ATSDR, de la Agencia de Evaluación Toxicológica de EE.UU., que fija dosis máximas de metales en el organismo para medir el nivel de riesgo de los contaminantes.
Para el plomo, la dosis máxima fijada es de 10 microgramos (mcgr) de plomo por decilitro (dL) de sangre, mientras que para el arsénico, el máximo es de 35 mcgr/dL. Los niños que superen dichos niveles presentan condiciones anormales.
Empresa y apoderados
Ayer en la tarde, la división empresa Codelco Ventanas (propietaria de la fundición) comunicó que, de acuerdo con sus estudios, sus operaciones no tienen relación con la presencia de plomo detectada en el colegio. En cuanto a la presencia de arsénico, señalaron que, “eventualmente”, podría existir relación de la empresa a partir de su acopio de concentrado de cobre, que “hoy mantienen cubierto y en bodegas”, y no así de su chimenea.
El ambiente en la escuela era tranquilo, aunque apoderados y profesores estaban ansiosos de conocer el informe. El director del recinto, Víctor Cisternas, dijo que abordaron ambos escenarios y ante uno negativo, “los apoderados decidirán qué hacer (judicialmente) (…). Esperamos y rezamos para que esto sea favorable, pero si no, supongo que las autoridades de Salud han visto cómo ayudarán a los niños”.
Carolina Hernández, presidenta del centro general de padres y apoderados, dijo que, históricamente, se ha dado por hecho que ahí hay contaminación: “Pero con los niños esperamos que estén sanos y que no han absorbido todo esto”.
Hernández dijo que exigirán “al Estado y a quien corresponda”, las coberturas en salud y seguros catastróficos, si es que los niños tienen algún tipo de enfermedad asociada.
“Un niño no tendría por qué tener arsénico”
“Un niño no tendría por qué tener arsénico”, así lo afirma el toxicólogo y presidente del Colegio Médico, Enrique Paris. Además, explica que el organismo tiene mecanismos propios para eliminar este tipo de metales: “El cuerpo, mediante agentes antioxidantes o a través de enzimas, trabaja para evitar el daño, eliminando los metales. Pero cuando el ingreso es mayor a la capacidad del cuerpo para eliminarlos, se acumula. Esto le ocurre a un niño o a un adulto cuando está en un ambiente altamente contaminado”, afirma.
¿Si los niños presentan niveles de plomo y arsénico están contaminados? La médico toxicóloga Laura Börgel responde: “No. Nosotros manejamos niveles que están dentro de rangos normales, de rangos aceptables, rangos que nos fijan márgenes de seguridad (se refiere a los máximos niveles aceptados). Nosotros no podemos llegar a cero, el que quiera llegar a cero, que se busque otro país en la galaxia”, afirma.
La experta dice, además, que no necesariamente si los niños tienen altos niveles de metales en la sangre los adultos también se encontrarán en la misma situación, porque ello depende de factores como el período de exposición, el comportamiento de los metales pesados, la alimentación o contaminación intradomiciliaria.