Pinturas errantes del Baburizza volverán a ser instaladas en el palacio a mediados de 2012
En enero culminará la recuperación del emblemático monumento histórico. Su reapertura podría ocurrir a fines de otoño, 15 años después de que fue cerrado.
(El Mercurio – 22/08/11)
Por Hernán Cisternas
Cuando en 1971 la Municipalidad de Valparaíso resolvió adquirir el Palacio Baburizza, para instalar allí definitivamente el Museo de Bellas Artes de la ciudad, a nadie se le pasó por la mente que tres décadas más tarde una de las colecciones de pintura más importantes del país -con 388 obras de autores nacionales y extranjeros- iniciaría un extenso peregrinar, que ha impedido durante los últimos 15 años que la comunidad porteña disfrute de lo que le pertenece.
En 1997 se determinó el cierre del Baburizza, ante la amenaza permanente de una plaga de termitas, filtraciones de aguas lluvia y daños producto de sucesivos sismos, que ponían en riesgo su valioso contenido.
Durante años la colección permaneció embalada y recluida en las oscuras bóvedas de un ex banco, en calle Serrano, en el barrio puerto. A partir de 2001 -y durante siete años- el Centro de Conservación, Restauración y Estudios Artísticos (CREA), a cargo de Macarena Carroza, restauró y devolvió el valor estético y patrimonial a 243 cuadros.
A medida que eran restauradas y en ausencia de un lugar adecuado para cobijarlas, las pinturas quedaron en custodia en el Senado, a través de un convenio de comodato y exhibición suscrito entre la Cámara Alta y el municipio porteño.
Las 145 obras que no fueron restauradas se encuentran en salones y oficinas de la Municipalidad de Valparaíso, y en depósitos de la corporación edilicia.
La recuperación del Palacio Baburizza tomó más tiempo que el imaginado. Durante más de una década fracasaron distintos proyectos que buscaban rescatarlo. Recién en 2009 se entró a tierra derecha, con las obras definitivas de reparación y puesta en valor, en actual ejecución.
Según Roberto Barría, director del Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso (PRDUV) -que financia las obras con recursos provenientes del BID-, si todo marcha al ritmo que lleva hoy, el edificio estará en condiciones de ser ocupado a partir de enero.
Sin embargo, el curador Carlos Lastarria precisó que eso no significa que sea abierto al público durante el verano. En su opinión, con suerte será a fines de otoño o a mediados de invierno, porque el montaje de las obras y su implementación tomarán por lo menos cuatro meses.
Lo anterior, siempre que se resuelvan otros problemas pendientes, como es la reconstrucción del Paseo Yugoslavo -bajo el cual se construye actualmente la ampliación subterránea del palacio- y se decida el modelo de gestión, mediante una corporación o fundación.
Las obras peregrinas, un sino del museo desde sus orígenes
El prolongado cierre del Palacio Baburizza hizo revivir la situación que ha acompañado al Museo de Bellas Artes de Valparaíso desde sus orígenes, donde las pinturas errantes han sido cobijadas en diversos lugares en espera de soluciones definitivas. Fundado por Alfredo Valenzuela Puelma en 1893, el museo funcionó hasta el terremoto de 1906 en una sala del destruido Teatro Victoria. Refundado en 1941 por el escritor Augusto D´Halmar y el pintor Camilo Mori, durante 30 años las pinturas fueron trasladadas periódicamente a diversos lugares del puerto, hasta que se compró el Baburizza. Tras su cierre en 1997, desde 2002 se exhiben en pasillos del Senado, que tiene su custodia por un convenio con el municipio.