Los conserjes reciben la “mala onda”
(El Mercurio – 20/09/11)
No son los encargados de solucionar los problemas, y su capacidad de tomar decisiones dentro de la comunidad de un edificio es casi nula; sin embargo, los conserjes y porteros son quienes reciben la mayoría de los descargos de los vecinos, pues están todos los días frente a los copropietarios, a diferencia de los administradores.
Los conserjes cuentan que muchas veces deben soportar hasta gritos por situaciones que escapan de sus atribuciones. “A veces, porque a los propietarios no les llegan las cuentas, porque el diario llegó muy tarde o porque se echó a perder el ascensor, uno tiene que poner la cara y aguantar los gritos”, dice José Mandiola, conserje de un edificio en Las Condes.
Estos trabajadores aseguran que el 97% de los reclamos que les llegan no tienen fundamento. “Y además casi siempre es la misma persona que reclama por todo. Yo he trabajado en varios edificios, y en todos ha habido un vecino al que le molesta todo y que se dedica a hacer que los demás también reclamen”, asevera Manuel González, conserje de Providencia.
Los porteros cuentan que otro de los reclamos comunes son las colillas y cenizas de cigarros que caen desde los pisos superiores. Incluso en un libro de reclamos de un edificio en Las Condes, junto con un escrito hay pegada una colilla como prueba de que al balcón de un vecino que no fuma caen los residuos.