Masivas protestas en Japón contra el uso de la energía nuclear
Los participantes pidieron el cierre de los reactores y el cambio de política energética.
(La Tercera – 20/09/11)
Seis meses después de que un terremoto y posterior tsunami afectaran al país provocando el mayor accidente atómico de los últimos 25 años, más de 60 mil japoneses se concentraron ayer en Tokio, para protestar contra la energía nuclear y evitar que el accidente de la central de Fukushima vuelva a repetirse.
Respaldados por el premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oe, quien es un reconocido activista antinuclear, los manifestantes se reunieron en el parque Meiji, en el corazón de Tokio, para pedir el cierre de todos los reactores nucleares del país y un cambio en la política energética a una centrada en recursos renovables.
El escritor publicó ayer un editorial en el diario Mainichi en el que pidió la dimisión de los responsables del accidente y subraya el trauma que ha supuesto para las familias que han tenido que abandonar sus hogares y su modo de vida. “Nosotros ya tenemos suficiente electricidad, aun sin plantas nucleares”, dijo. “Si no actuamos, Japón se convertirá en un sitio para desechos nucleares”, agregó.
Los organizadores estimaron la convocatoria en más de 50 mil asistentes, cifra que la convertirían en la mayor protesta antinuclear desde el accidente.
El accidente de Fukushima, el más grave desde el ocurrido en Chernobil, ha obligado a desplazar a unas 100 mil personas en un área de hasta 40 kilómetros de la central, mientras que la compañía operadora, Tepco, continúa intentando enfriar y evitar fugas en los reactores afectados. En este sentido, el ministro de Medio Ambiente, Goshi Hosono, dijo ayer que la empresa operadora estabilizaría los reactores antes de lo que se pensaba, es decir, mediados de enero, de acuerdo con declaraciones hechas por Tepco.
Hosono, que supervisa la respuesta del gobierno a la crisis, confirmó que Japón aceptó que una delegación de inespectores del Organismo Internacional de Energía Atómica visite el país el próximo mes, con el fin de asesorar en la limpieza del perímetro cercano a la planta.
Por su parte, el recién nombrado primer ministro, Yoshihiko Noda, ha abogado por reiniciar, tras confirmar que son seguros, los más de 30 reactores, de un total de 54, que se encuentran parados en todo Japón por revisiones y por el debate creado sobre su puesta en marcha. La inactividad de las centrales nucleares, fuente de un tercio de la energía que consumía Japón antes del desastre, ha desatado problemas de suministro eléctrico que obligaron a racionar la energía, especialmente durante el verano.
El número de japoneses preocupados por el riesgo del uso de la energía atómica en Japón ha ido en aumento desde el accidente de Fukushima Daiichi y sus consecuencias en la cadena alimentaria o en la contaminación del agua o el suelo. Según un sondeo de Associated Press y la encuesta GfK, el 55% de los japoneses quiere reducir el número de reactores, mientras que el 35% cree que la cifra debería permanecer igual.