Cartas destacadas de la Semana: ´Costanera Sur´
Esta semana seleccionamos tres cartas en las que se cuestiona el diseño de la Costanera Sur. Se da cuenta de los problemas que podría generar en el acceso al río y al parque y en las decisiones que han tomado las autoridades al respecto.
Las tres fueron publicadas en el diario El Mercurio los días 20, 21 y 23 de septiembre. Fueron escritas por los arquitectos Gastón Cañas, Jaime Márquez Rojas y Carolina Katz.
Señor Director:
Mientras una solitaria retroexcavadora ubicada detrás del Parque Bicentenario retoma silenciosamente las obras de la Costanera Sur, vía que unirá la Rotonda Pérez Zujovic con la Plaza San Enrique, el destino de Av. Monseñor Escrivá de Balaguer, futura Costanera Sur, aún no se define. Y esto no por desidia de los asesores urbanos de la Municipalidad de Vitacura; al contrario, porque este departamento está evitando que la avenida se convierta, como está propuesto, en una vía de alta velocidad, tres vías por lado y el mínimo de semáforos posible.
Para hacerse una idea, la Costanera Norte a esa altura tiene características similares. Esta vía servirá principalmente a los residentes de Lo Barnechea, siendo Vitacura subsidiaria a este flujo. Una vía como la descrita significaría dos cosas: la primera es que se deberá ensanchar la vía hacia alguno de los dos lados: para el lado sur comprometerá el ingreso desde una vía de alta velocidad a las viviendas que actualmente funcionan como oficinas y que a futuro, me la juego, cambiarán su destino a comercial. Y hacia el norte comprometerá árboles, estacionamientos y parque, o lo que se entiende, literalmente, un par de metros de maicillo como tal.
Una segunda consecuencia será que el uso de esta vía será principalmente intercomunal. Al tener pocos semáforos y ser una vía de alto tráfico y velocidad, el uso local será al menos dificultoso. Pero existe una tercera consecuencia, quizás la más grave: el acceso al parque y al río desde Vitacura será casi imposible. Cientos de trotadores, familias y vecinos usan en forma constante este parque, que potencialmente podría acompañar al río desde la cordillera hasta el poniente.
Disfrutar la perspectiva, la brisa y las vistas que regala el río será sólo un recuerdo. Esperemos que los asesores urbanos de Vitacura sean escuchados. Una mala decisión nos podría acompañar para siempre.
Gastón Cañas
Arquitecto, Máster de Arquitectura y Diseño Urbano, Harvard University
Señor Director:
En carta publicada ayer, en esta misma sección, el arquitecto Gastón Cañas alerta con toda razón del inminente peligro que “el acceso al parque y al río desde Vitacura será (a futuro) casi imposible” si no se resuelve bien el diseño de la Costanera Sur.
Es incomprensible que, por una parte, las Escuelas de Arquitectura y Urbanismo de nuestras universidades y muchos ciudadanos se preocupen del diseño de los parques junto al río, mientras las autoridades responsables de los distintos gobiernos se empeñan en construir anchas autopistas de doble sentido que impiden acceder a pie, en bicicleta y aun en auto a dicho importante bien público.
Cuando hace años se construyó el tramo en superficie de la Costanera Norte, propusimos a los ministerios responsables un diseño que, para el tramo oriente de la Comodoro Arturo Benítez, separando cada cierto trecho sus pistas de distintos sentidos por medio de bandejones centrales, permitieran el retorno y el acceso, tanto al cerro como al río, desde ambos sentidos. A pesar de las buenas evaluaciones que se hicieron en la Seremi Metropolitana de este diseño, en definitiva se construyó una autopista infranqueable y sin retornos. La misma propuesta, dejando el Parque Santa Rosa al medio, hicimos para la Costanera Sur, sin embargo hasta la fecha se insiste en dejar el río bloqueado por el terreno privado.
Es de esperar que los responsables de estas obras viales del Minvu y del MOP reaccionen y tomen en cuenta los entornos urbanos en sus proyectos de vías al interior de la ciudad.
Jaime Márquez Rojas
Arquitecto Asesor Urbanista Municipalidad de Providencia
Señor Director:
Esta carta quiere sumarse a las opiniones vertidas por los arquitectos Gastón Cañas y Jaime Márquez. Concuerdo plenamente con las importantes aprensiones de mis colegas con respecto del daño que puede provocar un inadecuado diseño para la Costanera Sur a nuestro paisaje urbano y nuestras capacidades de disfrutarlo. Es imprescindible que entendamos que esta vía no puede ser otra carretera urbana más que vuelva a aislar al Mapocho y sus parques ribereños de sus habitantes y de su derecho a esparcimiento como ya lo hizo la Costanera Norte de modo irreversible.
El río Mapocho es nuestro río, es pedregoso, trae generalmente poca agua como todo río de la zona central. Para algunos, quizás, no muy valioso, pero nos permite grandes vistas hacia la cordillera, hacia las puestas de sol, sentir la brisa en verano y, gracias a sus parques ribereños, que se han ido implementando en diferentes comunas, disfrutar de pasear por sus bordes.
No sólo a nivel local, el espacio del río como el de la cordillera son los grandes lugares verdes de esparcimiento de nuestra capital; es necesario valorarlos como patrimonio geográfico a nivel global, ámbito donde las urbes modernas luchan por concentrar atractivos para la inversión extranjera. Esta es la razón por la que otras ciudades del mundo hacen proyectos de recuperación de riberas, de valorización de áreas verdes urbanas y naturales: quieren ser las más amables, las más atractivas.
Esta vez, al diseñar la Costanera Sur, por favor, seamos astutos, veamos lo que tenemos, saquémosle partido y no volvamos a arruinar nuestra ciudad. Les aseguro será para todos conveniente.
Carolina Katz
Arquitecto, máster en Gestión Urbana