Cómo ser sustentable y no morir en el intento
Hoy en día en Chile hay cada vez más empresas interesadas en incorporar de manera proactiva y genuina la dimensión de sustentabilidad en el desarrollo de su negocio.
(Diario Financiero – 26/09/11)
Por Juan Ramón Candia
Hoy en día en Chile hay cada vez más empresas interesadas en incorporar de manera proactiva y genuina la dimensión de sustentabilidad en el desarrollo de su negocio, y en cómo esto resulta a la vez ser un imperativo para un país que se ha planteado como meta alcanzar el desarrollo en los próximos 10 años.
Con el interés de las compañías declarado, el desafío es definir el cómo hacerlo. Cómo una empresa puede incorporar la dimensión social, ambiental y económica de una manera estructurada, racional, realista, pero al mismo tiempo, significativa, no es una tarea trivial. Estas empresas que buscan liderar el camino con seguridad cumplen la legislación ambiental en todas sus dimensiones, este es el piso para “empezar a conversar”. Pero es sabido que el desafío de incorporar el concepto de sustentabilidad por cierto debe exceder dicho piso. Entonces la pregunta que muchas de estas empresas se han formulado es: qué debo hacer.
Existen en el entorno docenas de ofertas de conceptos, metodologías, sellos, tendencias, certificaciones, indicadores y reportes que en una primera mirada resultan complejas de entender. Cuáles son sus beneficios, quiénes los desarrollaron, para qué mercados, para qué sectores, con qué fin, cuál es el que más se ajusta a la empresa, cómo se complementan, cuál tomo primero, cómo lo comunico, son algunas de las preguntas que se plantean aquellos que tienen la responsabilidad de avanzar en la implementación de una estrategia de sustentabilidad dentro de su empresa.
La respuesta probablemente no es única, y dependerá de una serie de definiciones previas que debe realizar la propia organización. Hace sólo unas semanas un alto ejecutivo de una compañía me decía: el año pasado hicimos la medición de la huella del agua de nuestra operación, obtuvimos un número, pero ahora no sabemos qué sigue. Ese es el punto, más que decidir por una opción A o B sólo porque otros lo están haciendo, el paso inicial debe necesariamente ser definir al interior de la empresa qué se desea alcanzar, cuál es el objetivo y la visión que se quiere construir.
El concepto de sustentabilidad puede ser tan ambicioso y deseable, como etéreo. No hay una única receta ni un único camino. Una compañía necesariamente debe hacer algunas definiciones previas, como por ejemplo: qué espacio geográfico desea influir con su estrategia, qué público objetivo, qué metas concretas desea lograr y en qué tiempo, de cuántos recursos dispondrá, como medirá sus resultados y el impacto logrado, contra qué lo comparará, cómo los comunicará, entre otros. Así, una vez que se define lo se desea lograr, el cómo pasará a ser secundario.
Todo lo anterior implica para las empresas y organizaciones que prestan servicios en el mundo de la sustentabilidad un gran desafío, el de mostrar las opciones de forma clara y trasparente, de manera que las empresas tomen una decisión informada. Esta creo es la mejor fórmula para ser más sustentable sin morir en el intento.
* Gerente de Agua & Medio Ambiente de Fundación Chile.