Saqueo a supermercado durante apagón revela dura realidad en populoso sector de Quilicura
Apenas se produjo el corte, pobladores comenzaron a correr hacia el establecimiento y huían con los carros llenos. Al recinto arrasado durante el apagón, ayer le cerraron todos los accesos, para evitar que delincuentes vuelvan a ingresar.
(El Mercurio – 27/09/11)
Por Nadia Cabello y Tiago Costas
“Los tiroteos son de todos los días. No importa la hora, aquí tenemos baleados, y eso no se dice en ninguna parte”, señala Miguel Rodríguez, vecino del supermercado Ekono San Luis de Quilicura, que fue saqueado el sábado pasado cuando se produjo el apagón entre las regiones de Coquimbo y el Maule.
Los vecinos cuentan que ese día apenas la comuna quedó a oscuras, escucharon a grupos de personas correr hacia el supermercado. No pasó mucho tiempo, y oyeron a gente correr con carros de supermercado y sonido de botellas. “La gente se volvió loca, casi como pasó para el terremoto, cuando también se robaron todo”, cuenta Sofía Sepúlveda.
El supermercado está ubicado en la esquina de las calles San Luis con Manuel Antonio Matta. Ayer lucía vacío, con personal de seguridad trabajando para cubrir los accesos con grandes paneles metálicos atornillados a las paredes. Uno de los trabajadores del recinto señaló que el recinto permanecerá cerrado “hasta nuevo aviso”.
A su alrededor hay tres villas que los vecinos aseguran son las más peligrosas de la comuna: Parinacota, Pascual Gambino y Silva Henríquez (ver infografía), donde viven cerca de 5 mil personas.
Las tres villas se formaron a mediados de la década de 1990. Son viviendas sociales habitadas muchas de ellas por familias que pertenecieron a comités de allegados para postular a los subsidios. De hecho, la Villa Parinacota fue conocida porque allí se construyeron las casas Copeva que sus habitantes debieron cubrir con plástico porque se llovieron el primer invierno.
Pero el sector que los vecinos más temen es el Pasaje 9. “Por ahí no se puede pasar. Ni los carabineros entran. La droga y el alcoholismo son un problema grave acá”, asegura María Villagra.
Ella vive a tres cuadras del Pasaje 9. Cuenta que “después del apagón, varios jóvenes desfilaban con botellas de alcohol hacia la casa de la señora Lily, que tiene una botillería”.
Al frente del Pasaje 9 y a dos cuadras del supermercado saqueado está el Colegio San Sebastián. Sofía Sepúlveda tiene un negocio a la salida del establecimiento, aunque asegura que le encantaría irse de allí. “Nos han intentado asaltar varias veces. Con mi marido tenemos un fierro acá para defendernos. También nos han venido a amenazar porque hemos tenido que defender a los chiquillos cuando quieren robarles a la salida del colegio”, dice. Los estudiantes cuentan que a varios les han quitado celulares, reproductores de música y dinero. Deben caminar en grupos hacia sus casas para evitar los asaltos.
El alcalde de Quilicura, Juan Carrasco, admite que en este sector, el poniente de la comuna, “se vive con bastantes dificultades y pasan cosas como el saqueo, lo que nos tiene muy preocupados, pero la mayoría es gente buena y muy trabajadora. No es una población marginal”.
Eso sí, reconoce que hace falta mayor seguridad. “No puede haber 200 carabineros para una población de más de 220 mil habitantes en la comuna y que sigue creciendo. Aquí yo le pido a Carabineros y al Ministerio del Interior que aumenten la dotación policial para que la gente se sienta más protegida”, dice el edil.
Hasta ahora, las tres villas han sido intervenidas por los programas gubernamentales “Quiero mi Barrio” y, actualmente, “Barrio en Paz”. Por su parte, el municipio ha mejorado la iluminación, instalado cámaras de seguridad y promocionado sus programas sociales con las juntas de vecinos, clubes deportivos, centros de madres y algunas agrupaciones ecológicas.
“Creemos que mejorando los espacios públicos y ofreciendo actividades para los vecinos, ellos se alejan de los malos hábitos, y eso es lo que tenemos que lograr. Lo estamos logrando de a poco”, dice Carrasco.