Empresarios invierten hasta $250 millones en nuevos restaurantes en Santiago
El crecimiento gastronómico en el país ha motivado la apertura de nuevos locales que apuntan a un público más gourmet .
(El Mercurio – 29/09/11)
Por Andrea Tapia Mayer
Al parecer, las cocinas se están ocupando mucho menos. Este año, la tendencia en el país ha sido salir a comer fuera de los hogares, copando las mesas de los restaurantes. Esto ha permitido que las ventas de los establecimientos registren el mayor crecimiento en diez años, anotando una expansión cercana al 8% en el primer semestre, versus a la de igual período de 2010.
Este buen pasar está teniendo efecto casi inmediato y ha impulsado la apertura de nuevos restaurantes en el sector oriente de la capital. Casa Mar, El Zar o Temple, son sólo algunos de ellos. En su mayoría, se trata de negocios que cuentan con inversiones que oscilan entre los $100 millones y $250 millones, y que buscan acercarse a un público con un paladar más gourmet .
Casa Mar y El Zar, por ejemplo, acaban de abrir sus puertas apostando por la cocina chilena, mientras que Temple -cuya inauguración está programada para comienzos de octubre- pondrá su foco en la comida japonesa.
“Siempre es buen momento para abrir un local cuando tienes algo bueno que mostrar. Además, ahora hay mayor costumbre por salir a comer, por algo se abren nuevos restaurantes. El estilo de vida de los chilenos cambió, están viajando y saliendo más, eso los hace buscar servicios más exigentes”, comenta Tomás Olivera, chef y socio de Casa Mar.
Siguiendo los pasos de otros como Ciudad Vieja o Dominó, en El Zar -de los socios Ismael Anabalón y Marcelo Zunino- apostaron por el siempre competitivo mercado de los sándwiches y las cervezas.
“La economía siempre está bien cuando se trata de sándwiches. La gente puede dejar de hacer cualquier cosa pero menos comer”, comenta Anabalón, quien además agrega que pretende abrir dos nuevos locales en el corto plazo, tras el éxito que está experimentando su negocio.
Por su parte Temple, de propiedad de Minsu Bang, el mismo dueño del restaurante Ichiban, seguirá en la línea de la comida asiática. “Hay una gran cantidad de restaurantes orientales, pero son pocos los originales y de excelente calidad. Y eso es lo que me gustaría lograr con mis locales, porque Chile merece comer bien”, dice.
Los locales de Providencia y Vitacura brindan comida chilena y japonesa, tienen capacidad para 100 personas y emplean entre 18 y 35 trabajadores.