Los pasos para la recuperación del sistema luego de un apagón
Por naturaleza funciona a partir del equilibrio entre la demanda y la oferta de energía.
(El Mercurio – 29/09/11)
1 El sistema eléctrico, por naturaleza funciona a partir de un equilibrio; es decir, se genera tanta energía como se produce en cada momento del día.
Mantener ese equilibrio es el rol que juegan los CDEC. En fracciones inferiores a un segundo, y a partir de un criterio económico (privilegiando la generación de menor costo), este organismo determina, a partir del nivel consumo, cuáles son las centrales que deben entrar en operación e inyectar su energía a las líneas de transmisión. Una vez producida, la electricidad no se acumula.
A partir de lo anterior, cualquier falla que se produzca en alguna de las instalaciones que integran el sistema (centrales de generación, línea de transmisión troncal, subtransmisión o centros de consumo) y que implique una pérdida súbita de generación o de demanda, provoca un cambio en la frecuencia. Esto podría derivar en un apagón total o parcial, dependiendo de la magnitud.
La falla será más o menos grave y más o menos extensas sus consecuencias, dependiendo de la cantidad de oferta o demanda que se pierda.
2 El sistema cuenta siempre con energía que está en reserva en caso de que se presente una pérdida de generación. Se estima que esta “reserva en giro” alcanza unos 300 MW. De esta forma, por ejemplo, si una central de ese tamaño o inferior debe salir de operación, se cubre con este respaldo. Lo mismo si el problema es en una línea, que impide que un volumen de energía pueda ser inyectada al sistema troncal que la distribuye.
Sin embargo, si la pérdida de carga (generación) o consumo es mayor a la reserva, la probabilidad de un apagón parcial o total es mayor, pues el sistema pierde la capacidad de responder. Así sucedió el sábado pasado, cuando la falla en la subestación Ancoa impidió la inyección de 600 MW al SIC. En esas circunstancias, el sistema no tuvo capacidad para “levantar”, entre las otras centrales disponibles, un bloque de energía más grande. En estos casos, tampoco es posible “botar” un bloque de consumo energético de esa magnitud, porque el SIC es un sistema atomizado, donde el 60% del consumo es residencial.
3 ¿Por qué se corta la luz? El apagón se produce porque se activan las protecciones automáticas de las líneas de transmisión y centrales. La oscilación que produce el desbalance entre oferta y demanda puede dañar tanto a las centrales como a equipos de transmisión o distribución. Así, el sistema se cae antes de sufrir un daño, pues ello puede extender aún más la recuperación posterior de la luz. La recuperación de la falla es muy compleja, pues se realiza en forma gradual y manteniendo el equilibrio entre generación y demanda. Para ello, en fracción de segundos el CDEC determina las centrales que están disponibles y comienza a energizar el sistema a medida que identifica puntos de consumo que requieran la capacidad que se está levantando. Las hidroeléctricas pueden operar a plena capacidad en menos tiempo, mientras las térmicas deben elevar su capacidad en forma gradual y más lenta. Ahí, el problema lo plantean las distribuidoras, pues es difícil determinar el consumo real de tantos consumidores tan pequeños. Por esto, a veces se requiere más de un intento para alcanzar ese equilibrio.