Jornada tranquila, pero los vecinos no quieren repetir la experiencia
Los residentes intentaron mantener su rutina pese al partido UC-Colo Colo.
(El Mercurio)
No habían pasado ni diez minutos del final del encuentro entre Colo Colo y Universidad Católica, cuando algunos vecinos salieron a la calle para hacer la rutina de los domingos en la tarde en el barrio: regar el césped, pasear al perro o salir a trotar.
Parecía todo normal, a no ser por la gran cantidad de Carabineros que resguardaban a una hinchada cruzada tranquila que se notaba muy feliz tras el triunfo. Y aunque los habitantes del barrio precordillerano concordaron, al final del partido, que fue una jornada tranquila había matices.
“Igual fue complicado. Nos han metido tanto susto que igual complica. Decidimos quedarnos en casa para evitar problemas”, dijo Paulina Ramírez, quien pese a que no vivió incidentes, prefiere que estos partidos de alta convocatoria se jueguen en otro estadio: “Por todo lo que se genera”.
Orlando Urra, también vecino, tiene una opinión similar. “Una lata todo el esfuerzo que se gasta en seguridad. No me gustó todo lo que hay que hacer para que esté tranquilo”, argumentó.
Ana González, en tanto, encontró que es negativo que para detener la violencia de las barras se deba segregar: “Terrible que la gente no pueda asistir, pero deberían hacer lo mismo en el Monumental y el Nacional. Hay que cambiar la mentalidad”.
Durante la mañana, los vecinos se habían mostrado indiferentes al tema del partido. Descartaron tomar medidas como resguardar rejas o ventanales. Explicaron que, aparte de la basura que a veces dejan los barristas, no ha habido episodios de destrozos relevantes.