Fuente del barrio La Bolsa regresa renovada después de sufrir accidente
En marzo pasado, un camión la derribó y quebró varias de sus piezas. Durante siete meses permaneció en un taller.
por Darío Zambra (La Tercera)
A comienzos de este año, se hizo habitual que un camión fuera todas las semanas a retirar escombros al Edificio Ariztía -el primer rascacielos que tuvo Santiago- para que fuera restaurado y pudiera albergar modernas oficinas. Pero el jueves 3 de marzo, el chofer, que hacía la misma maniobra de siempre, echó marcha atrás y derribó, sin quererlo, la conocida fuente de agua Las Tres Gracias, ubicada en plena calle La Bolsa.
Construida en Francia en el siglo XIX, e instalada ahí en 2003, después de pasar por lugares como el Parque O’Higgins y la Plaza de la Constitución, está emblemática fuente llevaba ocho años frente al edificio de la Bolsa de Comercio.
“Quedó tirada en el suelo y los escombros estaban todos repartidos”, cuenta David Clauzen, quiosquero del barrio y testigo del accidente. El mismo día la pileta fue retirada para ser restaurada y en su lugar se instaló una tarima blanca.
La gente del barrio la extrañaba, pero hace 10 días regresó a su ubicación histórica y completamente renovada. “Llegó casi como nueva. Incluso, algunas personas pensaban que lo era”, asegura Luis Montes, escultor del taller donde se restauró la escultura, Montes Becker.
Hoy, la fuente luce cada una de sus piezas limpias y sin óxido; tiene tres nuevas capas de pintura antioxidante; un sistema de agua y bombeo renovados, y recuperó piezas que había perdido con los años, como algunos de los dedos de las mujeres que forman esta estatua. Montes explica que Las Tres Gracias tiene el 80% de su estructura con el material original, fierro fundido, y el resto fue modelado con aluminio. “Esto lo hicimos para diferenciar lo que es original de lo que no lo es”, precisa el restaurador.
Aún sin agua
Coincidentemente, justo el día en que el camión botó la pila de agua, Montes transitaba por el barrio La Bolsa. Iba camino a la ex sede del Congreso Nacional, donde restauró el conjunto de estatuas francesas que se exhibe en los jardines del recinto. “Ahí vi que la fuente había sido arrancada de su base y le avisé a la municipalidad”, cuenta.
La parte más dañada fue la superior, el plato que surte de agua, que se quebró en cientos de pedazos, que quedaron desperdigados por el suelo. “Eso fue lo más difícil de restaurar, por el estado en que se encontraba”, explica el escultor.
Las piezas fueron retiradas ese mismo día y trasladadas al taller Montes Becker, que está en La Pintana. Ahí estuvo durante siete meses, hasta el sábado 15 de octubre, cuando regresó a su ubicación habitual. Ahora, lo único que le falta es que vuelva a funcionar su sistema de agua, el que estará listo hoy.
Originalmente, Las Tres Gracias estuvo frente a La Moneda, junto a la otra copia que hoy está en la calle Nueva York, y en los años 30 fue trasladada al Parque O’Higgins (en ese entonces llamado Parque Cousiño) junto a la laguna.