Más de 1.700 edificios tienen instalaciones de gas deficientes en la RM
Hay una cifra indeterminada de inmuebles sin revisar:
Según las certificaciones de la SEC, 776 tienen sello rojo y otros 992 amarillo, lo que pone en riesgo a los vecinos.
Nadia Cabello (El Mercurio)
“Estamos acostumbrados a vivir con la presencia del gas muy cerca y olvidamos ese riesgo. Pero cada cierto tiempo, como fue el caso de las alarmas en Maipú y en Santiago Centro la semana pasada, hay hechos que nos recuerdan que es peligroso”, reflexiona el superintendente de Electricidad y Combustible, Luis Ávila.
Y es que las últimas cifras de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) revelan que sólo en la Región Metropolitana hay 766 edificios de departamentos que tienen sello rojo, a los que se suman otros 992 con sello amarillo, lo que representa el 36% de las 4.895 edificaciones sometidas al proceso de certificación de las instalaciones de gas. El resto, es decir, 3.137, tienen el sello verde que asegura la buena calidad de sus instalaciones.
“El rojo es una señal de advertencia que al extremo indica que hay que cortar el suministro. El amarillo indica que el peligro es menor, pero aun así ambos denotan una señal de riesgo para los habitantes de esos departamentos”, indica Ávila.
Las comunas que más edificios con sello rojo tienen son Santiago, Providencia y Las Condes, básicamente porque son construcciones antiguas en cuya edificación no se utilizaron los estándares que hoy se exigen en cuanto a las instalaciones de combustibles.
Pero además existe una cifra desconocida de edificios sobre los cuales se desconocen las condiciones en las que están sus instalaciones de combustible.
“Nosotros sólo podemos llevar la cuenta de aquellos que se someten al proceso de certificación, pero si no lo hacen, no aparecen en nuestros registros y ahí tenemos un hoyo negro de información”, reconoce el superintendente.
Comparado con 2009, hay una baja en las edificaciones con sello rojo. En marzo de ese año el 26,4% de las instalaciones fueron rechazadas y obtuvieron sello rojo, el 7,4% quedó con sello amarillo y el 66% alcanzó el verde.
“Eso se explica porque la gente ahora toma más conciencia de la necesidad de hacer las revisiones periódicas. Son los dueños de los departamentos los que deben solicitar la inspección, aunque en las comunidades la responsabilidad recae en los administradores de edificios”, señala Ávila.
También existe otra razón. En 2010 entró en vigencia una nueva resolución que establece que aun si el 10% de los departamentos son catalogados como riesgosos, el edificio puede obtener el sello verde.
Eso sí, esta resolución además instauró un procedimiento de emergencia en caso de riesgo inminente por malas instalaciones de gas, que puede incluso llevar a cortar el suministro.
Las casas también pueden inspeccionar sus ductos de gas
No es una obligación, pero las casas también pueden obtener una certificación que establezca que sus instalaciones de gas están en perfectas condiciones.
“Las casas tienen hoy la obligación de ser certificadas cuando se construyen, antes de ser entregadas a los moradores, por eso no tienen una inspección periódica forzosa, pero si los dueños quieren, o se trata de construcciones antiguas, pueden hacerlo igualmente”, explica el superintendente Luis Ávila.
Es un trámite que deben hacer los propietarios. Tal como sucede en el caso de los edificios, el dueño de la vivienda debe ingresar a la página web de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y buscar allí la lista de empresas certificadoras que están autorizadas por esta entidad para realizar la inspección.
Los inspectores revisan los planos, hacen pruebas experimentales y de esa forma establecen la situación en la que se encuentran las instalaciones.