Cederán 4.000 m2 del cerro San Cristóbal para conexión a Costanera Sur
El Jardín Botánico Chagual entregará terrenos al MOP para construir un túnel entre Costanera Norte y la nueva Costanera Sur.
por Carlos Palacios (La Tercera)
Hace exactamente un año se habían plantado las primeras 3,2 hectáreas de palmas, litres y quillayes del flamante nuevo jardín botánico de Santiago. Sin embargo, hoy esta área verde de 45 hectáreas, ubicada en la ladera nororiente del cerro San Cristóbal, se ve amenazada ante una inminente pérdida de terreno que alterará el plan maestro del proyecto.
En octubre de este año, funcionarios del Ministerio de Obras Públicas (MOP) se reunieron con Bernardo Küpfer, director del Parque Metropolitano, entidad de la cual depende el Jardín Botánico Chagual. Le informaron que sería necesario ceder 4.000 m2 de terreno, que colindan con la Costanera Norte.
¿El motivo? La construcción de una nueva salida de la autopista urbana para ingresar a un túnel de 290 metros de largo que pasará por debajo del río Mapocho, a 18 metros de profundidad, y conectará esta vía con la nueva Costanera Sur.
Según fuentes del MOP, se trata de una de las tantas expropiaciones necesarias para desarrollar el proyecto vial denominado “Enlace Lo Saldes-Rotonda Pérez Zujovic”, que incluye un enjambre de nuevas autopistas (como la Costanera Sur), calles, túneles y ramales en un sector donde confluyen las comunas de Providencia, Las Condes y Vitacura, y que está saturado debido a la congestión vehicular.
Küpfer le resta importancia al tema: “Nos hemos reunido en distintas ocasiones con la gente del MOP y logramos reducir la expropiación en un 20%. Creo que no afecta demasiado al Parque Metropolitano o al Jardín Botánico Chagual, y queremos encontrar las mejores soluciones que compatibilicen los proyectos del parque y el MOP”.
En la vereda opuesta se encuentra la opinión de la directora del jardín botánico, Antonia Echenique, quien ve esta enajenación de terreno como “un atentado a un proyecto imprescindible en una ciudad como Santiago, carente de áreas verdes”.
“Con la expropiación vamos a perder los jardines temáticos, una zona de conservación muy relevante. Ahí se plantarían las especies de los pueblos indígenas usadas en sus rituales religiosos, en la gastronomía y la medicina. También el jardín de las plantas endémicas, es decir, todas aquellas que sólo se dan en Chile, o el de las especies en peligro de extinción, entre otros. Es una destrucción de nuestro patrimonio botánico y cultural”, dice Echenique.
Sin recursos
Además de estos jardines temáticos, en el recinto se reproducirán 12 ecosistemas característicos de la zona central de Chile y otros cuatro internacionales, todos de climas mediterráneos. El primer ecosistema se plantó el año pasado, financiado por la empresa Gerdau Aza, y corresponde a un sector de 3,2 hectáreas de litres, peumos, quillayes y palmas.
En 2011, en cambio, la Clínica Las Condes financió otras 2,11 hectáreas de litres y quillayes. Ambas empresas, eso sí, lo hicieron como medidas para mitigar impacto ambiental. De un total de 20 hectáreas destinadas a la plantación, hasta ahora sólo estas cinco están listas.
La expropiación no es lo único que amenaza al jardín, ya que también presenta un déficit presupuestario de un 78%. “Carecemos de financiamiento. Nuestro presupuesto es de $ 39 millones y necesitamos $ 170 millones al año para funcionar”, acusa Echenique, quien -al igual que otras dos ejecutivas del proyecto- trabaja sin remuneración. “El Estado o las empresas privadas deben apoyar esta iniciativa o no se desarrollará”, finaliza.