Los rayados políticos, la nueva forma de ataque contra el patrimonio de Valparaíso

Daños en zona típica y monumentos públicos por efecto de las marchas:

“Brigadas patrimoniales”, creadas para borrar rayados en frontis de edificios públicos, debió suspender labores a la espera de que terminen las marchas.

MAURICIO SILVA (El Mercurio)

Monumentos públicos robados y edificios llenos de grafitis en las dos zonas típicas de la ciudad son parte de los embates que desde los últimos años está sufriendo Valparaíso. Los vecinos del puerto han denunciado hurtos, como el busto en honor al Duque de Caixas en avenida Brasil o la desaparición de la locomotora Borsig de Plaza Waddington. Mientras, una ola de rayados por parte de grafiteros va cubriendo la ciudad.

Pero vecinos y autoridades destacan que este año se sumó una nueva forma de ataque al patrimonio de la ciudad, que acompaña como un efecto indeseado las marchas por cambios en la educación.

Las marchas parten invariablemente de la Plaza Sotomayor, cruzan toda la zona declarada típica hasta la Plaza Aníbal Pinto, y los manifestantes, especialmente los encapuchados, van inundando con rayados políticos los edificios patrimoniales como El Mercurio de Valparaíso, diario declarado recientemente Patrimonio Cultural Inmaterial. O el Palacio Lyon, casona de estilo inglés que data de 1881.

Luego alcanzan la Plaza de la Victoria para desplegarse por las avenidas Pedro Montt y Brasil. Éstas, que concentran gran parte de los monumentos públicos de la ciudad, son escenario de los tradicionales enfrentamientos con Carabineros. “El 60% de los monumentos presenta daños”, dice la encargada de Gestión Patrimonial de la Municipalidad de Valparaíso, Paulina Kaplán.

Para la Cámara de Comercio local, hay pendiente un tema de sanciones. “Rayar en Valparaíso sale gratis. ¿Por qué otros patrimonios de la humanidad, como el Cusco, permanecen limpios? Pregúntenle a los chilenos que rayaron un muro inca, que pasaron largo tiempo en la cárcel”, señala el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Claudio Brauchy.

Las “brigadas patrimoniales” formadas por profesores y estudiantes de la carrera de Restauración Patrimonial del DUOC suspendieron su trabajo voluntariado de limpiar monumentos, con apoyo de escolares de colegios municipales, a la espera de que pase la oleada de marchas. “Retomaremos el trabajo cuando el conflicto social haya pasado”, dijo la directora de la carrera de Restauración Patrimonial de DUOC, Loderana Rosso.

La brigada intervino el Arco Británico, en donde limpiaron los rayados y repararon paneles de mármol dañados por los vándalos. El trabajo les valió hasta una felicitación del príncipe Carlos de Inglaterra. Sin embargo, el monumento luce hoy con grafitis y daños, ya que queda en el camino de las marchas.

La posición discordante en este debate la tiene el secretario de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso, Joaquín Paillamanque. Justifica que los rayados con consignas políticas se deben a la falta de representación que los jóvenes sienten en las instituciones establecidas. “La única posibilidad de expresión son las calles. Hasta ellas se lleva los mensajes con contenido político. Responde a una problemática social”, aseveró.

Los daños y los rayados, a largo plazo, terminarán por afectar el destino turístico patrimonial de la ciudad de Valparaíso”.

LYNN GREY,

PRESIDENTA DEL CONSEJO SUPERIOR DE TURISMO DE VALPARAÍSO.

11

monumentos nacionales y dos zonas típicas recorren las marchas de estudiantes y profesores por las calles del puerto de Valparaíso.

650

millones de pesos está invirtiendo este año la Municipalidad de Valparaíso en programas de apoyo para el repintado de fachadas en zonas de interés patrimonial de la ciudad.

200

millones de pesos de fondos concursables espera recibir el municipio para reparar monumentos y bienes de uso público en la avenida Brasil.

Fiscal especializado persigue el delito patrimonial en el puerto

El 10 de noviembre, la recientemente creada sección Medioambiental y Patrimonio Cultural de la PDI en Valparaíso estampó una denuncia que busca aplicar sanciones más severas contra quienes atenten contra el patrimonio.

Invocó la Ley 17.288 sobre Monumentos Nacionales para solicitar al fiscal especializado Javier Carrasco que investigue 17 casos de daño patrimonial registrados en los últimos meses. Se trata de rayados y atentados con pintura en dos edificios del casco antiguo: Servicio Nacional de Aduanas y el centenario inmueble de El Mercurio de Valparaíso. Además, consigna otros 15 casos de rayados a monumentos públicos; entre ellos, los dedicados a Condell, en el casco patrimonial, y a Cochrane, Portales, y el Arco Británico en la avenida Brasil.

Carrasco explica que unas seis personas al mes son detenidas por rayar propiedad pública o privada, las que son perseguidas por el delito de daños simples y arriesgan 61 a 541 días de presidio.

A las bajas penas, que obligan a buscar salidas judiciales alternativas, se suman las dificultades de establecer medios de prueba, especialmente durante las marchas.

La Ley 17.288 contempla sanciones un grado más altas, hasta tres años de presidio, cuando el bien afectado es un monumento nacional.