¿Ciudad?
Cuando sabemos que vivimos en una ciudad, cuando nos damos cuenta de la dimensión de territorio en el que habitamos, cómo la diferenciamos y cómo la proyectamos hacia nuestro quehacer cotidiano como sociedad (?)
Yo no lo sé, y creo que mucho están en las mismas. ¿Por qué creer siempre que uno lo sabe todo? Partamos de lo esencial y básico entonces. La RAE lo define como “un conjunto de edificios y calles, regidos por un ayuntamiento, cuya población densa y numerosa se dedica por lo común a actividades no agrícolas”. O “como lo urbano, en oposición a lo rural”.
Suena raro, pero según Wikipedia, ciudad es definido “…como un área urbana con alta densidad de población”. Suena interesante entender entonces, de acuerdo a esta definición, que lo que conocemos como ciudad es mucho más que edificios, casas y calles, también logramos percibir que debe haber cierta cantidad de población para que esta ciudad sea llamada así y pueda cobijar a una sociedad de tomo y lomo.
Pero nos fuimos por las ramas nuevamente, ¿Qué entendemos por sociedad? De las definiciones de la RAE me quedo con esta: “Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida”. Pero además una descripción mas amplia gracias a nuestro amigo Wikipedia sobre sociedad: “La sociedad es el conjunto de personas que interaccionan entre sí y comparten ciertos rasgos culturales esenciales, cooperando para alcanzar metas comunes”
Ahora bien, si ya entendemos que es una ciudad, y que esta va de la mano con una sociedad. ¿Qué actor nos hace falta para completar la ecuación?
Desde mi punto de vista (porque no lo se todo) nos falta la arquitectura, con ella completamos la urbanización de esta bien llamada “área urbana”. La Arquitectura cumple el rol básico de dar hábitat a esta sociedad en la ciudad. De mostrar el vacío, de trabajar la luz y la sombra, el claroscuro del normal funcionamiento urbano. Con esto otorgamos valor agregado al hábitat y ya no solo necesitamos de éste, sino que comenzamos a crecer, a transformarnos, a evolucionar.
Prehistóricamente solo vivíamos en una cueva al lado de un río, inventando el fuego. Ahora en un DFL2 (promedio optimista) con una casi infinita lista de servicios y productos que hacen de nuestro quehacer más llevadero, entretenido, sociable, amistoso, fácil, y podría seguir enumerándolas casi infinitamente.
Pero si vivimos en sociedad encuadrada en una ciudad -área urbana-, por qué entonces seguimos disconformes de lo que tenemos actualmente (?)
La ciudad hay que mantenerla. Un buen ejemplo de eso es la columna publicada en Plataforma Urbana hace un tiempo por Alberto Texido en donde se plantea superar el subdesarrollo, con cuestiones esenciales al momento de planificar territorialmente una ciudad, como lo es la educación por sobre todas las cosas. Como escuche por ahí, la madre de las batallas.
La idea de esto es básicamente dar a entender que la conceptualización de algo se logra desarrollándolo, justificándolo y proponiendo. Si la sociedad se manifiesta es por que las cosas no se están haciendo bien y hay que cambiar algo. Todos estamos de acuerdo con aquello. Es parte de la evolución de una sociedad digitalizada. Pero volvemos a la ecuación inicial, en donde la representatividad de la sociedad, expuesta en un artículo anterior, deja en manifiesto la evolución de las ciudades. Esta transformación es necesaria -sin representar necesariamente el reflejo de la población- sino únicamente un cambio de pensamiento que permita la renovación en los conceptos anteriormente expuestos de ciudad y sociedad.
No podemos seguir gobernados por gente que ha lucrado con su representatividad y que se ha mantenido en dicho poder por décadas, gente anacrónica, gente totalmente desinformada y descontextualizada. La Participación Ciudadana es una herramienta que permite la evolución de las ciudades para lograr el anhelado desarrollo de forma definitiva. Pero lamentablemente lo anterior, no lo veremos sin antes evitar que la desigualdad se apodere de la sociedad. Aunque no lo crean la Arquitectura y el Urbanismo tienen mucho que aportar, siempre y cuando se le de la importancia que corresponda y se respete como modelo de crecimiento. Un ejemplo de esto es la intervención que se pretende ejecutar en La Legua, Santiago de Chile .