Invertirán US$ 944 millones en corredor bioceánico que unirá Antofagasta y Brasil
Así lo anunció el Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planificación al que pertenece Chile:
Recursos serán destinados a ferrocarriles, carreteras, puertos y pasos fronterizos para envíos de países vecinos al Asia-Pacífico.
Mario Alejandro Rojas (El Mercurio)
Soya y caucho desde Brasil; carne de vacuno desde Paraguay, y producción agroindustrial, como naranjas, del noroeste argentino (Salta y Jujuy).
Ésas serán algunas de las exportaciones de países vecinos a mercados del Asia-Pacífico, como China, que se realizarán gracias a un corredor bioceánico que partirá en Brasil y que tendrá en terminales portuarios de la II Región su plataforma de embarque.
Una iniciativa que tiene sus antecedentes hace dos décadas, con hitos como la habilitación del paso fronterizo de Jama -une San Pedro de Atacama y Argentina- y el puerto de Mejillones, 61 km al norte de Antofagasta. Y ahora se suma otro.
El Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planificación (Cosiplan), al que pertenece Chile, anunció en su última reunión de esta semana, en Brasilia, que al año 2022 se invertirán US$ 944 millones para habilitar un corredor entre Paranaguá, en el sur de Brasil, y Antofagasta, norte de Chile.
Los recursos serán destinados a la construcción y mejoramiento de la red ferroviaria en Chile, Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil, los países que son cruzados por el trayecto. De manera complementaria se mejorarán carreteras, puertos y pasos fronterizos.
El anuncio fue realizado por la ministra de Planificación de Brasil, Miriam Belchior, en un encuentro que reunió a ministros del sector infraestructura.
Nuestro país fue representado por la subsecretaria de OO.PP., Loreto Silva. “Chile está comprometido con potenciar la infraestructura regional en el contexto de Cosiplan. En esta nueva etapa, tres proyectos son especialmente significativos para Chile: el Corredor Ferroviario Bioceánico Paranaguá-Antofagasta (II Región), la optimización del Sistema Paso de Frontera Cristo Redentor (V Región) y el túnel Binacional Agua Negra (IV Región). Éstos serán verdaderos impulsores del desarrollo regional”, comentó Silva.
Entre las ventajas del corredor se destacó que el traslado de cargas al Asia-Pacífico por puertos del norte chileno reducirá en dos mil millas náuticas los desplazamientos que se hacen por los océanos Atlántico e Índico.
Según agencias navieras, en promedio, el costo diario de navegación de un barco carguero es de US$ 15 mil, incluyendo petróleo y alimentación de tripulantes.
El intendente de Antofagasta, Álvaro Fernández, dijo que “la idea se impulsa desde 1990-1993 y la región se ha preparado”.
“El puerto de Mejillones tiene características de amplitud que permiten incrementar su oferta. Antofagasta (en el centro de la ciudad) tiene un territorio definido y sólo puede crecer en tecnología y mejoramiento de su infraestructura”, explicó.
En territorio chileno se suma la inversión de US$ 320 millones en rutas concesionadas, que se construyen en Antofagasta, Mejillones y Sierra Gorda.
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3.143
km separan Antofagasta de Paranaguá, Brasil (viaje ida y vuelta Santiago-Pto. Aysén).
Cinco
países abarca el corredor bioceánico: Brasil, Paraguay, Bolivia, Argentina y Chile.
944
millones de dólares es la inversión según el Consejo Sudamericano de Infraestructura.
Comités de integración con provincias argentinas
El término “corredores bioceánicos” se remonta a principios de los años 90, como iniciativas para conectar centros productivos (mineros y agropecuarios, entre otros) de países de la región con terminales portuarios desde donde se realicen los embarques a mercados como el Asia-Pacífico.
Entre los hitos de la participación chilena se registra en 1990 la creación de una comisión técnica bilateral entre Chile y Brasil, que dio origen al Grupo Multilateral de los Corredores Bioceánicos. De ese mismo año data la actualización del Acuerdo sobre Transporte Internacional Terrestre (ATIT).
Más recientemente, en 2006, nace la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
En el extremo norte de Chile, en las últimas dos décadas se cuentan iniciativas de integración impulsadas por el ex alcalde de Iquique Jorge Soria, en Tarapacá, o por la ex Presidenta Michelle Bachelet, en Arica.
Pero la mayor apuesta proviene de provincias argentinas como Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Esto, a través de comités de integración.