LLega luz eléctrica a Isla Mocha
Hasta ahora, los 600 habitantes del territorio insular frente a Tirúa deben traer el combustible del continente, en avión o lanchas, para sus generadores.
El Mercurio
Dependientes hasta ahora de generadores particulares, los habitantes de isla Mocha (Región del Biobío) ven con impaciencia cómo los técnicos de la empresa Insprotel plantan postes y tensan cables del que será el primer tendido eléctrico del lugar. La luz para los mochanos, que dependen de la pesca para vivir, es el tema obligado.
Incluso supera el comienzo de la próxima temporada de corvina.
Ninguno de los 600 isleños pensaba que la tan ansiada electricidad se obtendría del gas proveniente de las antiguas prospecciones de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) de los años 70. Un pozo del lado norte del territorio insular, ubicado a 34 kilómetros del continente, frente a Tirúa, alimentará dos generadores, los que entregarán el servicio las 24 horas del día. El ducto permaneció sellado y ahora entregará energía para una pequeña planta, que generará 200 Kw.
La reserva del pozo asegura un abastecimiento para 20 años. El servicio estará listo en Navidad y los isleños ya se alistan para los cambios que vendrán con la energía eléctrica.
Miriam Moya, dueña de “Darlyng”, una tienda que expende abarrotes y velas, recuerda que por la falta de luz tuvo que decirle al vendedor que no le trajera máquinas para enfriar las bebidas. Ahora, ya piensa en tener helados para los turistas que llegan en verano.
Emilio Durán se pregunta cuánto variará el precio de la carne ahora que contarán con refrigeradores. Explica que apenas se mata un animal, hay que venderlo rápido, pues no hay posibilidades de conservarlo, así que el precio es bajo. “Ahora debería subir, porque habrá más tiempo para vender”, prevé.
El combustible para los generadores se trae desde el continente en aviones y lanchas. Cada familia gasta $60 mil al mes y sólo pueden tener energía en la noche para abaratar los costos.
Esfuerzo
Llevar la luz a la isla no fue fácil. Juan Carlos González, jefe de las obras de Insprotel, cuenta que 100 mil metros de cable de cobre y 632 postes tuvieron que traerse desde Lebu en barcazas de carga. “Hasta el último perno tuvimos que trasladarlo por mar. Además, a veces tuvimos que parar las obras porque el clima no permitía el transporte”.
El pésimo estado del único camino de la isla fue el peor enemigo para la postación. Las carretas tiradas por caballos están mucho mejor adaptadas que la grúa y las excavadoras de la empresa.
Los postes son de madera “porque en muchas partes hay terrenos pantanosos y son más livianos”, explica González.
Para los mochanos, las obras también generaron trabajo. El jefe de obras rememora que en abril, cuando llegaron en la primera barcaza, había un grupo de hombres en el muelle esperando.
“Si necesitan trabajadores, aquí estamos”, recuerda que le dijeron. Ese mismo día empleó a dos. La semana siguiente, a algunos más.
Finalmente, unos 30 isleños terminaron trabajando codo a codo con los técnicos. “Fueron de gran ayuda, pues conocen la isla mejor que nosotros”, afirma González.
Actualmente, se realizan las primeras pruebas para iluminar las casas.
Tarjeta para el pago de la cuenta
Los vecinos de isla Mocha también deberán acostumbrarse al nuevo sistema de cuentas de luz: una tarjeta de prepago.
Tal como se ha hecho en otros lugares aislados de Bolivia o Paraguay, los isleños contarán con una tarjeta en la que podrán “cargar” el consumo. De este modo, los mochanos evitarán el complicado viaje de 34 kilómetros al continente para pagar cuentas. Las tarjetas ya se repartieron entre algunos habitantes, mientras que está en proceso de licitación la empresa que se adjudicará el mantenimiento y el cobro del servicio.
Hoy se puede llegar a la isla por vía aérea, desde Lebu, comuna de la cual depende administrativamente, o de Tirúa.