¿Baños en el Metro de Santiago?
La idea de tener baños públicos en el Metro de Santiago, que a varios nos ha surgido alguna vez, ha tomado fuerza esta semana con la campaña levantada en Redes Sociales. La cuenta @BanosMetroStgo en pocos días ya tiene más de mil seguidores y el tema se instaló en varios noticiarios durante esta semana. Su objetivo es hacer una petición oficial a la empresa Metro, para la instalación de baños en algunas estaciones del metro, principalmente en las estaciones de combinación, como Los Héroes, Baquedano, Tobalaba, entre otras.
Según las investigaciones, el tiempo promedio que utiliza un pasajero en el metro son 20 minutos, por lo que, fácilmente se podría pensar que no es necesario contar con baños públicos en dicho medio de transporte, sin embargo no podemos olvidar a una minoría, que ocupa una hora o más sólo en el metro, sin considerar que muchas veces es sólo una parte de su recorrido, debiendo seguir en camino en otros medios de transporte. Además de las embarazadas, las personas con algunas enfermedades etc.
Para los expertos el tema no es sencillo, tanto Louis de Grange, en La Tercera, como Luis Eduardo Bresciani, en Canal 13, aseguran que esta medida es bastante cara y compleja de realizar, debido a que las actuales estaciones no fueron pensadas para tener baños públicos. Ambos expertos aseguran que es complicada la realización de esta petición ciudadana, debido al tema de la construcción de alcantarillas subterráneas, drenajes, agua potable y que podría ser una obra casi injustificada. Mientras, Metro de Santiago, aseguró que no tiene contemplado el servicio de baños públicos.
Y como los temas de los medios de transporte atañen directamente en las ciudades que vivimos, en Plataforma Urbana no podemos dejar de preguntarles ¿Son realmente necesarios los baños en el Metro de Santiago?
Por mi parte, sólo quiero recordar y no olvidar el tema de accesibilidad, porque si bien algunas personas consideran necesario los baños públicos, para mi es, ante todo, fundamental que el metro sea accesible por personas en sillas de ruedas, con coches de guaguas, con muletas y con alguna discapacidad física, situación que sigue en deuda en la mayoría de las estaciones.