59 departamentos dañados el 27-F se rematan en $1 millón
Propiedades del edificio Sol Oriente (Macul) originalmente tuvieron valores superiores a los $30 millones. Hoy nadie vive en ellos.
por Camila Olmos El Mercurio
Cada departamento tuvo inicialmente un costo de entre 30 y 50 millones de pesos. Pero el 25 de enero se podrán adquirir por tan solo $1 millón.
Es la actual situación del edificio Sol Oriente, de Macul, uno de los que resultaron con graves daños estructurales a raíz del terremoto del 27 de febrero de 2010. Centenares de familias quedaron en la calle.
A los pocos días del megasismo la situación empeoró para sus propietarios, cuando la Dirección de Obras Municipales (DOM) lo declaró inhabitable y dictó una orden de demolición, que está vigente hasta hoy.
Sin embargo, el futuro de la propiedad es incierto. El centro Dictuc de la Universidad Católica realizó -un mes después del terremoto- una inspección visual de los eventuales daños estructurales de la edificación. La conclusión fue que, una vez asegurada la “estabilización gravitacional y sísmica” del edificio, y concretada la reparación, podía volver a habitarse. La palabra final respecto de qué pasará con Sol Oriente está hoy en manos de la justicia.
En este panorama, Seguros Generales Santander rematará 59 de los casi 200 departamentos de entre 36 y 100 metros cuadrados del edificio.
Claudio Mesina, gerente de la empresa de remates Macal, a cargo de la subasta, aclara que la venta se realizará de manera transparente, ya que se han publicado todos los antecedentes que dan cuenta de las condiciones y el actual estado de las propiedades. “Aquí hay que ser muy claros; por eso se han publicado los decretos de demolición e inhabitabilidad para que se conozcan bien todas las condiciones”, afirma.
Dos escenarios
Las personas que apostarán por adjudicarse una propiedad en el remate deben contemplar dos posibles escenarios, que recién se despejarán cuando termine el juicio. Si los tribunales deciden que hay que demoler el edificio, el seguro de bienes comunes cubrirá un porcentaje de los gastos de la demolición y los propietarios deberán cubrir el resto y luego decidir qué se hará con el terreno. En el caso de que se pueda volver a habitar, los dueños deberán invertir en las reparaciones estructurales.
Para los antiguos dueños de este condominio de Macul, la noticia del remate de los departamentos es recibida con suspicacias.
Así se desprende de las palabras de Pamela Lobos, ex vocera de los vecinos. Afirma que “la Inmobiliaria Viva y la Constructora Sigro, cuyos dueños son los mismos de la Administradora San Francisco, no han podido hasta ahora reparar, porque nunca pudieron demostrar el motivo real del colapso del edificio; tampoco han sido capaces de dar soluciones a las familias que compraron su departamento al contado”. Teme que en la subasta “los dueños de la administradora ahora quieran ganar doble comprando a precios mínimos estos departamentos para luego venderlos nuevamente a otros incrédulos”.