Municipio de Santo Domingo anhela que Parque Bucalemu sea monumento histórico
Evalúa postular el predio y casa colonial, con el fin de que su valor patrimonial sea protegido.
por Hernán Cisternas El Mercurio
El alcalde del balneario de Santo Domingo, Fernando Rodríguez Larraín, señaló que el municipio colaborará en todo lo que sea posible para la restauración del Parque Bucalemu -dañado en 90% a causa de un incendio forestal-, pero reconoció que por tratarse de una propiedad que no es municipal la participación del gobierno comunal no será fácil, no obstante el interés explícito por recuperar un patrimonio local y nacional.
Sin perjuicio de las alternativas que analice el Ejército, propietario del predio, la municipalidad evaluará varias propuestas que presentará a la institución castrense en marzo próximo. Una idea base, dijo, es avanzar en la declaración del parque y de la casona colonial del mismo como monumento histórico nacional, teniendo en cuenta que en ese conjunto y en su entorno hay cuatro siglos de historia que se remontan a la época de la conquista.
Tal planteamiento coincide con lo expresado el año pasado por el propio Ejército, que inició la preparación de un expediente para tramitar dicho reconocimiento ante el Consejo de Monumentos Nacionales.
Con la categoría de monumento histórico es posible postular a recursos de restauración patrimonial y así reconstruir la valiosa área arrasada por el fuego.
La hacienda de Bucalemu -“bosque grande” en lengua autóctona- y su parcelación a través del tiempo, ha hecho que la propiedad, cultivo y administración del predio hayan pasado por manos de conquistadores, sacerdotes, políticos y militares.
400 años de historiaEn 1598, el rey de España entrega las tierras de Bucalemu al capitán español Sebastián García Carreto y Chumacera. Soltero y sin herederos, en 1612 éste decide donar la hacienda a los jesuitas para que evangelicen la zona.
En 1646, los jesuitas trasladan el noviciado y transforman a Bucalemu en un centro de estudios sólo para sacerdotes. Pasaron por allí los padres Alonso de Ovalle, Diego de Rosales, Miguel de Olivares, Manuel Lacunza y el abate Molina, Juan Ignacio Molina.
En 1791, tras la expulsión de los jesuitas en 1767, la hacienda pasó a manos de Pedro Fernández de Balmaceda, comandante del regimiento La Princesa, quien remató las 50 mil hectáreas.
Ante la falta de descendientes, Fernández transfiere la propiedad a unos sobrinos que vivían en España, entre ellos Braulio Fernández Arnero, quien se casó con Amalia Vicuña Guerrero, hermana del agricultor y político chileno Claudio Vicuña Guerrero. Otro heredero fue Manuel José Balmaceda y Fernández.
El 19 de julio de 1840 nace en Bucalemu quien llegaría a ser el Presidente José Manuel Balmaceda.
En 1865, el padre de Balmaceda vende su vínculo a Vicuña.
En 1873, llega al país el paisajista francés Guillermo Renner.
En 1875, Vicuña contrata a Renner para iniciar el parque de Bucalemu.
En 1968, la comunidad Vicuña Subercaseaux hace donación al Ejército de una hijuela de 220 hectáreas, que incluye el parque de 20,7 ha.