Accidente de Metro se suma a otros dos por fallas humanas durante este año
Falla en el sistema de frenos generó choque de convoy contra condominio en San Miguel y aplastó a cuatro vehículos.
por Manuel Valencia y Paola Sepúlveda La Tercera
Eran las 9.40 cuando el tren modelo NS-93 de Metro atravesó, a 30 km/h, el muro perimetral del condominio Floresta Plaza -ubicado a un costado de la maestranza Lo Ovalle- y aplastó, en cosa de segundos, el sector de juegos infantiles y cuatro vehículos estacionados en el patio del conjunto.
Si bien el accidente no tuvo personas fallecidas ni lesionadas, dejó al descubierto una situación que pudo convertirse en una tragedia, según el alcalde de San Miguel, Julio Palestro. “Menos mal que muchos vecinos estaban de vacaciones o trabajando. También influyó que haya ocurrido en la mañana, si no habríamos tenido un accidente grave aquí”, dijo.
Al respecto, la empresa lamentó la situación y garantizó que responderá por los daños causados. “La persona que estaba conduciendo el tren tenía vasta experiencia, más de 20 años en conducción (…). Físicamente está bien, en estado de shock, producto de la situación”, afirmó el gerente comercial y de asuntos corporativos, Alvaro Caballero.
Durante la tarde de ayer, efectivos de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (Siat) de Carabineros recolectaron testimonios y evidencias para entregar un informe al fiscal Juan Pablo Palma, durante este mes. De esa forma, el prosecutor buscará establecer si se configuró el delito de descarrilamiento provocado por terceros. De no ser así, la causa civil será vista por el Juzgado de Policía Local.
Fuentes de Metro señalaron que el accidente se originó en un desperfecto del sistema de frenos, causado por una falla humana. De todas formas, ayer, la empresa anunció la contratación de la empresa francesa de ingeniería Systra para que realice un análisis detallado de las causas del incidente.
La colisión se suma a una serie de otros percances en los servicios operativos del Metro de Santiago. El más reciente ocurrió a fines de la primera semana de enero, en la cochera San Eugenio, ubicada en Ñuñoa, que sirve para almacenar y mantener trenes de la Línea 5. Según testigos, un funcionario se quedó dormido en el tren, activó su sistema de aceleración hasta los 40 km/h y generó un choque frontal contra una contención.
“Fue por una falla en el mismo sistema de frenos que fue mantenido bajo reserva por la empresa”, señaló el diputado RN y miembro de la Comisión de Transportes, Leopoldo Pérez.
Otro incidente ocurrió el 5 de enero pasado, cuando un conductor dejó una tapa de protección abierta y al ser destruida por el tren generó el bloqueo de la vía en el horario punta mañana y afectó a 400.000 personas.
Asimismo, el sistema presentó al menos 20 problemas operativos entre 2010 y 2011, como fallas de trenes en horario punta, paralización en las vías por la caída de objetos o casos de suicidios.
“Al absorber la demanda de Transantiago, Metro ha mostrado un desgaste en las reiteradas fallas de los trenes y en mantenciones que, probablemente, se hacen más rápido, porque además se extendieron los horarios de funcionamiento y los procesos deben hacerse con presión”, señaló el experto del grupo de prevención de accidentes de la UC, Francisco Fresard.
Uso de suelo
El accidente también dejó al descubierto los problemas generados por la ubicación de un edificio residencial a sólo metros de una zona industrial, donde se realizan pruebas ferroviarias. El actual plan regulador de San Miguel señala que los terrenos donde se construyeron las cocheras, hace 30 años, son de uso mixto, al igual que el paño que utiliza el edificio y donde antes se emplazaba la Ciudad del Niño.
“La responsabilidad es de la Dirección de Obras Municipales (DOM), por autorizar un uso residencial e industrial. Es obligación de la DOM poner restricciones si había conflictos. Otros países tratan de evitar esas coexistencias, y si las hay, mantienen regulación y prevenciones básicas”, agrega Fresard.
Al respecto, el director de Obras de San Miguel, Javier López, dice que el plan original permitía el uso mixto que actualmente tiene el terreno. “Todo lo que estaba antes venía con otra regulación. Después se fue normando, y ahora está restringido a que sólo se permite el uso para viviendas y equipamiento”.
Según el experto en Seguridad de Tránsito de la UC, Milton Bertín, no tiene sentido trasladar el taller del lugar. “Esa ubicación le sirve a Metro para tener conexión directa con la línea. Si se traslada, tendría un costo enorme de movilización. Sí se debería tener sistemas de mitigación, atenuación de impacto para evitar esos casos”, asegura.
Incidentes
El choque de ayer se suma a una serie de fallas que, según los expertos, se producen por el nivel de presión al que se ve sometido el Metro, tras la implementación del Transantiago. El más reciente se produjo en los talleres San Eugenio de la Línea 5, donde, según testigos, un tren chocó a 40 km/h contra una contención.