Enrejamiento de plaza en La Cisterna
Hace algunos días Patricio Muñoz, Estudiante de 17 años, nos escribió contándonos su preocupación por lo que ha generado en su barrio el enrejamiento del perímetro de una plaza ubicada atrás de la Municipalidad de La Cisterna.
En artículos anteriores hemos discutido a partir de casos como el proyecto de enrejamiento para la Plaza los Domínicos y el Parque Forestal, los beneficios y desventajas de cerrar el perímetros de este tipo de espacios públicos. Es por eso que hemos querido publicar esta carta enviada por Patricio en la cual cuenta como ha cambiado el barrio desde que se decidió cerrar esta plaza en el año 2010.
La carta después del salto.
“A finales del año 2010 se enrejó el perimetro de la plaza que queda en la parte trasera de la municipalidad de La Cisterna. Este cierre, según las autoridades, se debe a la delicuencia que había en el lugar (robos en la noche y día) e inseguridad que esto producía.
El lugar ahora es una vereda, un lugar de paso y de circulación. A la plaza solo se puede entrar cuando el portón se abre y éste se abre en horario de oficina, ya que el edificio consistorial está ahí mismo. Este espacio público se perdió, se mutiló con este enrejado, ya que éste representa una privación de un lugar que era público. La gente ahora no va a ese lugar, ya que este cierre hace que el lugar sea algo distante y no representa libertad y ni se acerca a lo que es un espacio público.
Este lugar anteriormente era abierto, la gente iba y se sentaba en los escaños, se tiraba en el pasto, conversaba o simplemente caminaba por los caminos dentro de la plaza. Los adultos mayores por la mañana iban a disfrutar de la plaza, conversaban, reían, etc. Las tardes eran de los jóvenes.
Ahora este sitio solo lo habitan los funcionarios de la municipalidad y personas que, con suerte, encuentran el lugar abierto. Esta plaza (o ex plaza) de alguna manera sigue acogiendo gente, pero ya no es lo mismo, ya no es la misma gente, ya no es el mismo espacio, ya no es la plaza para los habitantes de la ciudad; sino solo un lugar de paso y en (mucho) menor medida, un lugar para el descanso”.