Habitantes describen las condiciones de vida en su región
Los precios de la calefacción y la atención en salud provocan las quejas de los ayseninos.
por F. Guzmán y M. Vega La Tercera
La leña es la principal fuente de calefacción durante los 11 meses de frío en Aysén. El invierno va de mayo a septiembre y, en esa época, cuando la temperatura suele bordea los cero grados, el metro de leña cuesta $ 25 mil y se necesitan por lo menos tres para calentar un hogar por un mes.
Una región, donde el kilo de tomates cuesta $ 1.200 (aproximadamente 50% más que en Santiago), el de azúcar $ 800 y el litro de bencina $ 1.100 (aproximadamente 40% más que en la capital). Por su parte, la electricidad “puede costar hasta dos o tres veces más, promediando los $ 30 mil”, dice Marisol Gutiérrez, alcaldesa de Puerto Aysén.
La atención en salud más moderna de la región la brinda el Hospital Regional de Coyhaique. Llegar hasta allí desde Puerto Aysén cuesta $ 2.500 y es una hora de viaje. En Puerto Aysén también hay un hospital, pero carece de especialistas. Si no son atendidos allí, viajan a Puerto Montt o a Valdivia. De Puerto Chacabuco a Puerto Montt es un día por mar y sale $49.500 promedio.
Puerto Aysén, capital regional, y Coyhaique concentran aproximadamente el 60% de la población de la región. El resto, se encuentra disperso en localidades que se reparten en 11 millones de hectáreas. Viajar desde algunas localidades como Cochrane hasta la capital regional toma dos días. En estos lugares sólo hay postas rurales y algunos, incluso, no cuentan con ese servicio.
Por esos problemas de conectividad, salud y calefacción, entre otros, Aysén se encuentra movilizada desde el lunes.
Todo partió por las demandas de los pescadores artesanales, pero se fueron sumando otros movimientos ciudadanos que exigen mejor salud, subsidio a los combustibles, un sueldo regional y universidades públicas en Aysén. En la región hay tres instituciones de educación superior: Universidad de Los Lagos (que mantiene un instituto), Universidad Austral e Inacap. “Cubren una cantidad de carreras que son muy pocas”, dice Marisol Gutiérrez. “No suplen todas las necesidades que tienen los jóvenes “, agrega Víctor Formentel.
Y las movilizaciones continuarán, dicen los dirigentes. “Sabemos que son peticiones de mediano y largo plazo, pero por eso mismo queremos que vengan los ministros para acá”, dice Víctor Formentel, dirigente de Patagonia Unida y Patagonia Sin Represas.
“Una región difícil para vivir”, así la describe Alejandro Huala, dirigente de los pescadores artesanales de Melinka, movimiento que mantuvo en toma el aeródromo de la localidad hasta ayer, cuando decidieron deponer la toma tras reunirse con la intendenta Pilar Cuevas.