Sólo uno de cada cuatro pasajeros paga en el recorrido del Transantiago con la mayor evasión
Estudio realizado por una empresa privada en septiembre pasado ubicó los 20 servicios de buses con mayor porcentaje de no pago de pasajes.
por R. Cerda y R. Mujica El Mercurio
Setenta y cinco personas de cien que suben a los buses del alimentador del Transantiago G09, que transita entre acceso sur y Lo Espejo, no pagan sus pasajes.
Este dato es parte del estudio de evasión elaborado por la empresa FrontDesk en septiembre pasado, que consideró un universo de 4.263 viajes y el comportamiento de un poco más de 189 mil pasajeros.
El testeo, efectuado por 208 personas que, como pasajeros incógnitos, se ubicaron en todas las puertas de las máquinas, desde el inicio del recorrido al término, ida y vuelta, arrojó, además, que junto al servicio G09 hay otros 19 que presentan la mayor cantidad de no pago de pasajes de todo el Transantiago, que oscila entre 40,8% y 75,4% (ver infografía).
De esa cantidad de recorridos, 15 son de alimentadores (buses de acercamiento) y siete de máquinas troncales.
Entre estos últimos, la empresa troncal SuBus (recorridos 200) tiene cuatro servicios con evasión entre 43% y 58,4%.
Al respecto, el presidente de la compañía, Héctor Moya, reconoció que SuBus pierde alrededor de $150 millones diarios por dicha mala práctica de miles de pasajeros.
“De 45 servicios que tenemos, 18 concentran el 80% de nuestros ingresos, razón por la cual ya estamos tomando una serie de medidas para combatir la evasión, de la que -a contar de mañana (hoy), cuando entre en vigencia el nuevo contrato- debemos hacernos cargo”, detalló.
El nuevo contrato contempla, además, que ahora el sistema les comienza a pagar por pasajero transportado.
La empresa viene desde enero trabajando en un plan que contempla un equipo de fiscalizadores propios que velan por el pago del pasaje y la instalación de zonas pagas.
También está en estudio la instalación de un nuevo sistema de torniquetes, tipo puertas, que impide el paso de los que evaden hacia el interior de la máquina.
Lo que sí es claro, puntualizó Moya, es que los choferes no son parte del equipo que combate la evasión. “Ellos están sólo para conducir y en esa única tarea se mantendrán”.
Respecto al alimentador G, servicio del que SuBus se hace cargo a contar del 1 de junio próximo y donde hay varios recorridos con alta evasión, Moya dijo que para realizar un mejor servicio compraron 242 buses nuevos y que esperan controlar el no pago de pasajes con el equipo de fiscalizadores contratado por SuBus.
Otro dato tras el estudio elaborado por FrontDesk indica que en los paraderos secundarios es donde más se evade el pago, 29,5%, para el caso de los buses troncales, y que para el evasor es indiferente el número de puertas de la máquina y si ésta va con más o menos pasajeros.
FrontDesk concluyó que de lunes a viernes, entre las 06:30 y las 08:29 horas, se produce una evasión de un 27,2%, la que decae a 24,3% entre las 08:30 y las 09:29 horas, y luego crece a 28,7% entre las 09:30 y las 12:29 horas.
Sin embargo, entre las 12:30 y las 17:29 horas el no pago de pasajes tiene su peak diario de 29,2%.
Respecto de la hora punta tarde, entre las 17:30 y las 20:30 horas, la evasión en el plan de transportes alcanza a 25,8%.
Lo que revela un viaje a bordo de un bus G09
Adolescentes en grupos de tres o más, mujeres con bebés en brazos o en coche e inclusos ancianos que conversan amistosamente con el chofer figuran entre los muchos evasores del recorrido G09.
Al recorrer el tramo entre Lo Espejo y San Bernardo, “El Mercurio”, entre las 15 y las 17:30 horas, constató que la gran mayoría de los usuarios de este recorrido ni hace amago de sacar la tarejta BIP. Simplemente avanzan sin que el chofer ni los demás pasajeros digan algo. El conductor, por su parte, parece no inmutarse.
Los más jóvenes, por lo general, abordan la máquina escuchando música a todo volumen en sus celulares y comunicándose a los gritos. En los paraderos, principalmente en horarios de mayor afluencia, muchos usuarios esperan que el bus abra la puerta trasera para ingresar en fracción de segundos.
“No pago porque nadie lo hace”, comentó uno de los evasores. “Los choferes tampoco nos dicen nada”, agregó otro. Hubo quien se excusó señalando que al ser éste un bus alimentador, no pagaba, porque sí lo hacía en el bus troncal que abordaba después.
Mujeres con bebés en brazos o en coche que también se sienten con el “derecho” de no pagar. Si bien también saludan cordialmente al conductor, su única preocupación es que haya uno o dos asientos desocupados.