El vacío legal que deja al descubierto la polémica de Chiloé
por La Tercera
Pese a que la iglesia San Francisco de Castro, construida en 1910, es un monumento nacional y es reconocida, junto a otros 15 templos chilotes, como Patrimonio de la Humanidad, el sector donde está emplazada no ha sido reconocido como zona típica por el Consejo de Monumentos Nacionales. Por ello, la Ley de Monumentos, que habría servido para resguardar el entorno de la obra, no consiguió protegerla.
Según la directora del Colegio de Arquitectos y presidenta de la Comisión de Patrimonio, Valeria Catafau, esto revela un vacío legal en la normativa actual para proteger a los edificios patrimoniales.
“La legislación chilena y los planos reguladores permiten que esto suceda. Hay situaciones iguales en otros lugares de Chile. No se consideran zonas de amortiguación para los monumentos. Además, el Consejo de Monumentos Nacionales tiene un manual de intervención en que se especifican colores y materialidades, pero es meramente consultivo, no es normativo. El consejo no tiene elementos legales para considerar estos aspectos”, critica.