Mall de Puerto Varas y su promesa de no repetir la historia del Mall Paseo Chiloé
En 2010 les contamos sobre la fuerte discusión en la que se vio envuelto el proyecto del Mall Paseo de Puerto Varas, de la empresa Pasmar. Hoy, dada la polémica generada por la magnitud del Mall Paseo Chiloé y sus implicancias en el entorno urbano y en el patrimonio de Castro, recordaremos este caso similar que involucró a la misma empresa, al municipio de Puerto Varas y, por supuesto, a los ciudadanos. Tras el anuncio de la construcción del primer mall cercano al lago Llanquihue, se generó una serie de conflictos sociales, administrativos y hasta legales. Uno de los hechos que marcó un hito fue que el Director de Obras del Municipio cursó una autorización al proyecto sin consultarle al Concejo, el cual representa a las autoridades municipales y, en parte, a los ciudadanos. Tras este hecho se encendió la polémica, el responsable fue despedido y el Municipio paralizó el permiso de construcción.
Dentro de los paralelismos que se pueden hacer con el caso del mall de Castro, es que tanto esta ciudad como Puerto Varas son destinos turísticos importantes para el país, tienen una historia y cultura particulares y, sobre todo, ambos malls tienen un impacto directo en el patrimonio y en la arquitectura que caracteriza a la ciudad, pues se emplazan muy cerca de la iglesias del Sagrado Corazón y la Gruta de Lourdes en Puerto Varas, y en la iglesia de San Francisco en Castro. Por otra parte, al igual que como ocurre actualmente en Chiloé, algunos defensores del mall de Puerto Varas se aferraban a la idea de los beneficios económicos por sobre otros, cuestión que también ha sido tema de discusión actualmente.
Pero los casos se vuelven dispares en el siguiente punto: en 2010 el Municipio de Puerto Varas logró paralizar las obras de la empresa Pasmar logrando que ésta finalmente cambiara el proyecto inicial de ocho pisos por otro de dos pisos y con materiales de piedra y madera. Al respecto, el alcalde de Puerto Varas, Ramón Bahamonde, dijo al diario La Segunda hace pocos días: “también nos quisieron construir un monstruo, pero reaccionamos”. Esta reacción se refiere a que apenas la Municipalidad vio la gran envergadura del proyecto, el departamento de Obras fue a tribunales para conseguir que se respetara el reglamento de fachadas.
En este sentido, el caso del Mall Paseo Chiloé es muy distinto. A la fecha, la Dirección de Obras del municipio de Castro ha enviado cinco notificaciones -en vano- a Pasmar para detener por vulnerar el proyecto presentado en 2008 y que, entre otras cosas, tenía una altura de cuatro pisos que ahora llegan a siete. Sin embargo, se genera más confusión respecto al papel del municipio de Castro al considerar que en 2010 Pasmar comenzó a construir obras no aprobadas en un terreno aledaño que compró más tarde, pero que finalmente fueron aprobados por la municipalidad e incluso se le sumó otro permiso para edificación de 1.400 mt2 más a fines del 2011.
En tanto se han superados los conflictos del Mall Paseo Puerto Varas que espera abrirse durante el primer semestre de 2013, la Municipalidad de Castro está atenta a la resolución legal que determine la demolición de todas las obras que no han sido aprobadas y, recientemente, informó de una consulta ciudadana no vinculante. Según dijo el concejal Julio Álvarez a La Tercera, “la pregunta deberá enfocarse en qué es lo que los ciudadanos de Castro aprueban: el proyecto original o la construcción actual, y también consultar sobre el desarrollo urbano de la ciudad: cómo proteger el patrimonio pero a la vez aceptar inversiones privadas”.
Por otro lado, aunque el Mall de Puerto Varas promete ser bastante más respetuoso con su entorno, después de lo ocurrido con el Mall de Castro hay muchos que se encuentran atentos al real impacto que tendrá el Mall cuando su construcción avance.