Crecimiento de Lampa y el desafío por hacer mejor ciudad
Por María Garcés, Estudiante Arquitectura UC
La cercanía de la comuna de Lampa con los centros urbanos de Santiago y la conectividad con las principales autopistas de la ciudad, la hacen uno de los mejores lugares al interior de la Región Metropolitana, para realizar proyectos inmobiliarios de gran extensión. Datos aseguran que justamente esta comuna presentó el mayor crecimiento inmobiliario de la Región Metropolitana desde el año 2002. Lampa aumentó un 115% en relación con el 24,7% a nivel nacional, y además creció en un 400% su población comunal en los últimos 8 años.
Además de éste, podemos reconocer innumerables proyectos con características similares en toda la periferia de Santiago. ¿Cuáles son los efectos que genera la dispersión urbana, o “urban sprawl”, en nuestra ciudad?
Los últimos desarrollos que se han ido generando en la periferia de la ciudad, se caracterizan por ser condominios “todo incluido” de viviendas unifamiliares con amplios espacios públicos y que ofrecen equipamiento para la comunidad. Un ejemplo de esto es “Chicauma Ciudad Parque”, recientemente anunciado, que ofrece 10 mil viviendas en un terreno de 316 hectáreas con áreas verdes, ciclovías y sobretodo, la conectividad con la Ruta 5.
Otro caso es el proyecto Laguna Norte que además de ofrecer 2800 viviendas en un terreno de 60 hectáreas, propone la construcción de una laguna cristalina de 3,6 hectáreas, una estación de bomberos, supermercados, un colegio y centros deportivos para toda la comunidad.
El problema de la segregación y los usos de suelo
La segregación en cuanto a usos de suelo, es uno de los más importantes y notorios efectos generados a partir de la dispersión urbana. Si bien este tipo de desarrollos inmobiliarios ofrecen gran cantidad de programas para la comunidad, no están pensados para generar polos de trabajo o subcentros que ofrezcan educación y servicios. Así, se convierten en “ciudades-dormitorio” que carecen de la infraestructura necesaria para los nuevos y antiguos habitantes. Además, existe una homogeneización a nivel socioeconómico ya que estos condominios están generalmente orientados a un público objetivo específico, son de carácter privado y no existe contacto con la ciudad. Esto genera sectorización según ingresos, bolsones de pobreza en algunos sectores, entre otros efectos urbanos.
¿Qué sucede con la infraestructura vial y la movilidad asociada a estos condominios?
Es necesario para estos nuevos barrios, que haya una cercanía temporal con el centro de Santiago, es decir que puedan conectarse de manera rápida y eficiente a través de una autopista. Esto no sólo incrementa los costos, sino que además pone en riesgo la conectividad de otros sectores, por los atochamientos que pueden producirse al incrementarse la demanda de uso de la autopista. Por ejemplo, Chicauma Ciudad Parque invirtió US$10 millones para conectar su avenida principal con la Ruta 5.
Por otro lado, la inexistencia de un actual desarrollo de transporte público eficiente entre los centros urbanos y la periferia, producen una dependencia del automóvil. Si bien las familias escogen este modo de vida suburbano por el atractivo de tener más espacio en sus casas, mayor privacidad, menos ruido y mayor seguridad, no toman en cuenta el aumento en los tiempos de viaje, mayores distancias para desplazarse y el mayor costo que implica transportarse en auto hacia el centro de la ciudad.
¿Qué pasa con los centros urbanos?
La dispersión urbana hacia la periferia, es una de las causas atribuidas al despoblamiento de los centros urbanos de muchas ciudades. Y la realidad es que hoy la familia chilena tiende a privilegiar vivir en casa que en departamento.
Las alternativas sobre cómo hacer crecer a nuestras ciudades son muchas, las cuales se han ido debatiendo más intensamente en el último tiempo a partir de la aprobación y posterior rechazo del PRMS100. El desafío por hacer mejor ciudad sigue latente.
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