KidZania busca recuperar inversión de US$ 20 millones en cuatro años y expandirse
Según Raúl Matte, gerente general y gestor del proyecto, la idea es que la miniciudad llegue a otras localidades de Chile y a los países vecinos.
por El Mercurio
US$ 20 millones. Ese fue el monto que Christoph Schiess, Roberto Izquierdo Menéndez y la familia Said Handal, junto con los socios comerciales (Coca-Cola, Nestlé y Petrobras, entre otros), tuvieron que invertir para que KidZania Santiago, la ciudad para niños hecha a escala en el Parque Araucano, fuera una realidad.
Estos US$ 20 millones se descomponen en US$ 13 millones para la construcción, US$ 3 millones para equipamiento y los otros US$ 4 millones correspondieron a gastos preoperativos.
Raúl Matte, gerente general y gestor del proyecto, para conseguir el auspicio de las empresas, decidió partir con las compañías transnacionales que ya estaban presentes en otros KidZanias (existen nueve miniciudades en siete países). Luego vinieron las conversaciones con las empresas locales. “Nos juntamos simultáneamente con todas las empresas relevantes de cada sector y las invitamos en paralelo”, dice. Al tener una compañía por categoría, “el que tomó primero la decisión es el que finalmente está participando en KidZania”, explica. En suma, la pequeña metrópoli tiene 53 empresas, que cuentan con un espacio en miniatura para instalar clínicas, estaciones de servicio y hasta teatros para niños.
Según las estimaciones de este ingeniero comercial, el negocio de traer a Santiago esta ciudad a escala sería rentable a partir del tercer o cuarto año. Si bien Matte y sus socios tienen la franquicia de KidZania para todo Chile, el gerente prefiere ir con calma de cara a una posible expansión.
Asegura que su objetivo es consolidar KidZania en Santiago antes de pensar otras regiones, e incluso otros países, pues también tienen la primera opción de ir a Perú y Argentina. “Eso está para una segunda etapa de expansión”, dice.
Ya se han llenado cerca de 430 de los 450 cupos para trabajar en KidZania. Según Raúl Matte, los empleados serán universitarios.