Número de viviendas en Santiago aumenta en 87% durante la última década
El centro de la capital se está consolidando como un polo residencial para los jóvenes y los profesionales.
Sebastián Sottorff
A pesar de su cercanía con el centro de Santiago, aún hay sectores que mantienen un carácter residencial que se aleja del ajetreo típico con el que se asocia a la gran urbe.
Se trata de barrios tradicionales que están siendo habitados por nuevos vecinos, los que están revalorizando las virtudes de lugares como República, Lastarria o la plaza Brasil.
Ese creciente interés ha incidido en el número de viviendas construidas en la comuna: si en el año 2002 había 76.677 residencias, el precenso de 2011 indica que el número de hogares se alza por sobre los 143 mil. Esto es un 87% más de viviendas.
Este incremento tiene relación con la oferta inmobiliaria y la modernización de la comuna, que está atrayendo a más vecinos. De hecho, según el ranking de calidad de vida llevado a cabo por la Cámara Chilena de la Construcción y la Universidad Católica, Santiago es la cuarta comuna con mejores estándares de habitabilidad de la Región Metropolitana, dos puestos más arriba que la medición de 2011.
“Esta es la comuna más heterogénea de la medición. Tiene sectores residenciales, buen equipamiento urbano y una cantidad de servicios públicos y privados que le permite competir con otras zonas de la capital”, afirmó Arturo Orellana, coordinador del Núcleo de Estudios Metropolitanos del Instituto de Estudios Urbanos de la PUC.
Son estos elementos los que atraen a los nuevos vecinos, que, según la zona, tienen un perfil particular.
Un factor común para estos nuevos residentes es su edad, ya que en su mayoría no sobrepasan los 35 años.
En Lastarria, por ejemplo, sobresalen los jóvenes que prefieren vivir cerca de tiendas de diseño, galerías de arte y del parque Forestal.
En cambio, el carácter del barrio Brasil está determinado por habitantes más bohemios, que disfrutan de la diversión nocturna y de los restaurantes.
Los vecinos del barrio Yungay, en tanto, prefieren mantener la vida de barrio, asociada a las plazas, calles y jardines.
República, en cambio, es un barrio que se ubica cerca de los centros universitarios, por lo que un número importante de sus nuevos vecinos son estudiantes.
“Uno de los objetivos era hacer de Santiago una comuna en la cual se pudiera vivir y no sólo trabajar y realizar trámites. En ese contexto estamos contentos porque hemos implementado una serie de medidas para mejorar la calidad de vida de los vecinos y el esfuerzo se ha dirigido en hacer proyectos serios y consistentes”, afirmó el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett. Agrega que desde el 2010 se han invertido más de $1.400 millones en la recuperación de 29 plazas barriales y se han instalado más de 200 máquinas de ejercicios en 32 puntos de la comuna.
En relación con la seguridad, Zalaquett explica que el municipio acaba de completar la instalación de 50 nuevas cámaras en puntos estratégicos. Este proyecto se complementa con la implementación del número de emergencia 1406 y la renovación de la flota de automóviles de seguridad comunal.
ESTUDIO
Santiago es la cuarta comuna con mejor calidad de vida de la Región Metropolitana.
Mejoras al Plan Regulador
“Queremos que el crecimiento en Santiago sea sostenido y, a la vez, controlado y respetuoso de las tradiciones y sectores emblemáticos de la comuna”, afirmó el alcalde Zalaquett, acerca de las modificaciones al Plan Regulador de la comuna. Sin embargo, una de las críticas que los vecinos de sectores tradicionales plantean es que la normativa urbanística no protege barrios patrimoniales, algo que el municipio desmiente. “Además de proteger los conjuntos o edificios valiosos, hemos bajado la densidad constructiva, diminuyendo las alturas permitidas para la construcción. Eso permite disminuir la cantidad de población”, afirmó la arquitecta Marcia Cuiza.