Vivienda afina medidas para agilizar aprobación de planes reguladores comunales
Actualmente, los instrumentos demoran siete años en validarse, por lo cual operan ya obsoletos.
por Manuel Valencia, La Tercera
Hasta siete años demoran hoy en aprobarse los planes reguladores comunales, los instrumentos de planificación que permiten normar el crecimiento de las ciudades y definir los diversos usos del suelo para construir viviendas, empresas, áreas verdes y otras obras.
De acuerdo a un diagnóstico del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), la demora del proceso de aprobación ha significado que los planes reguladores comunales nazcan obsoletos y no den cuenta de la realidad urbana de las ciudades que norman.
De hecho, según el Minvu, desde 2009 sólo se han aprobado nueve planes reguladores en el país.
“Los extensos plazos de elaboración y aprobación de los planes reguladores son reflejo de un sistema de planificación que requiere modernizarse. Estamos abordando este desafío en el marco de la nueva política urbana, pero también con acciones muy concretas, como el financiamiento y apoyo técnico a más de 85 instrumentos en todo el país”, explica el subsecretario de Vivienda, Juan Carlos Jobet.
Entre las razones de las demoras, dice, está la excesiva burocracia de la ley actual.
“Además, como la discusión de los planes excede los cuatro años de duración de un concejo municipal, cuando los ediles son renovados en las elecciones, los planes son nuevamente revisados”, explica la jefa de la División de Desarrollo Urbano (DDU) del Minvu, Pilar Giménez.
A eso se agregan problemas técnicos. “Los planes tienen rigidez para adaptarse a las demandas de la comunidad, para el crecimiento o ajustar y restringir acciones nocivas. No se demoran tanto por la lentitud del proceso sino, más bien, por la imposibilidad de resolver conflictos técnicos al interior de los planes”, señala Luis Eduardo Bresciani, urbanista de la UC.
Para agilizar la validación de los planes, el Minvu afina un paquete de reformas. El más inmediato es una modificación -que actualmente está en Contraloría- que obligará a los planes a incluir una evaluación ambiental estratégica. “La idea es que en ese proceso la participación ciudadana sea al inicio y así se evite que, cuando el proyecto llega a su etapa final, la comunidad lo rechace y se deba volver atrás”, agrega Giménez.
En el segundo semestre, el Minvu enviará un proyecto de ley que buscará evitar falencias en los estudios técnicos y generar procesos de participación ciudadana desde el inicio del plan, para evitar dilataciones.
Disponibilidad de suelos
Para el presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano de la Cámara Chilena de la Construcción, Fernando Herrera, uno de los problemas que genera la tardanza en la aprobación de cambios a los planes reguladores es que no alcanzan a detectar la necesidad de nuevos suelos urbanos, derivado del crecimiento demográfico, para la construcción de viviendas, comercios y áreas verdes. “La demora en el proceso de validación de los planes afecta el interés de los privados por invertir”, opina.
Frente a ello, el gobierno alista modificaciones. Una de ellas será integrada al proyecto de ley de aportes que ingresará al Congreso este mes.
En la iniciativa se buscará legitimar la creación de áreas de desarrollo condicionado, es decir, barrios que se crean fuera del área urbana, pero con buenos sistemas de transporte, conectividad y servicios. La idea es fomentar la creación de estas zonas en las áreas que carezcan de suelos urbanos.