Santiago se suma a la tendencia mundial de construir edificios con techo “verde”
Mejoran la calidad del aire, regulan la temperatura de las construcciones y reducen los ruidos del ambiente:
La mayoría son oficinas que transforman sus terrazas en lugares de relajo, convirtiéndolas en verdaderas plazas que miran desde arriba a la ciudad.
Por Nadia Cabello, El Mercurio.
Cada día son más los edificios que buscan que sus azoteas no sean aquellos lugares grises llenos de tubos. Santiago se está sumando a la tendencia “verde” mundial y en un futuro cercano será común ver que los techos sean verdaderos parques con espacio para el relajo y el esparcimiento.
Es una corriente conocida como green roofs y que desde el próximo año será más palpable en la capital, cuando varios proyectos que hoy están en construcción, estén terminados y habitados.
Es el caso del edificio Terrazas, en Ciudad Empresarial. Su techo tendrá 1.600 metros cuadrados y en él se dispondrá de jardineras y bancas. “La idea es que los trabajadores tengan un lugar para ir a relajarse, a fumar un cigarro, a leer, pueden trabajar allí e incluso almorzar. Con este simple hecho se cambia inmediatamente el estado de ánimo de las personas”, explica el gerente comercial de Ciudad Empresarial, Rodrigo Roa.
El diseño es del arquitecto Gonzalo Mardones y su construcción cuesta 350 mil UF.
El edificio tiene seis pisos más un zócalo y la terraza tiene vista al cerro Manquehue. Si bien ésta estará disponible sólo para los trabajadores del edificio, les abrirá a ellos un nuevo espacio donde se podrán instalar, además, máquinas expendedoras de alimentos, un quincho o incluso mesas para trabajar.
Uno de los pioneros en implementar este modelo de terraza es la sede del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) en calle Compañía 1288.
Si bien el edificio fue construido en 1932, a fines del año pasado fue remodelado y se incluyó la construcción del techo “verde” que ya está habilitado. Un hito que rompe la infraestructura en el centro de Santiago y que mezcla la construcción histórica con una de las últimas tendencias en diseño urbano. La remodelación del Tricel costó unos 2 mil millones de pesos.
Otra obra “verde” en construcción es el nuevo edificio de la Fiscalía Nacional, en Catedral, entre Amunátegui y San Martín. Su techo será verde y desde tres de sus cuatro fachadas colgarán especies vegetales. El proyecto es del arquitecto Luis Corvalán, de la oficina LCV Arquitectura.
Pero no son sólo oficinas las que buscan una arquitectura más amigable con el medio ambiente. El centro comercial Plaza Egaña, que se construye en avenida Ossa, también será ecológico y en distintos bloques de su infraestructura se harán techos verdes. Algo similar tendrá el nuevo hospital de La Florida que estará listo el próximo año.
Las bondades de este tipo de construcciones no son sólo estéticas. Se trata de estructuras con menor impacto ambiental y tienen beneficios para el edificio como regular la temperatura del interior que permite ahorrar en calefacción y contaminar menos.
Además, los edificios que los implementan tienden a preferir luces de bajo consumo energético, instalan paneles solares o térmicos y vidrios que aprovechan al máximo la luz natural.
“Con esto estamos mejorando la calidad del aire, se regula mejor la temperatura, se reducen los ruidos ambientales y se prolonga la vida útil del techo”, explicó Rodrigo Roa.
Aunque en Chile los techos “verdes” recién se comienzan a popularizar en otras grandes ciudades del mundo éstos ya son comunes. En Nueva York, Vancouver, Chicago, Singapur, Tokio e incluso Buenos Aires y Rosario se pueden ver no sólo en edificios de oficinas, sino que también en construcciones habitacionales.
De hecho, para algunos sectores de Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania e Italia hay normas para ellos, ya sea obligando a cubrir el 20% de las terrazas de los edificios con plantas o entregando beneficios tributarios a aquellos que lo hagan.