Freno de normativas y demanda presionan mercado del suelo al alza
Contraloría mantiene en suspenso cambios al plano regulador de Santiago.
Los aumentos del valor serían traspasados al precio de las viviendas nuevas. En el radio urbano de Santiago quedan cerca de 6 mil hectáreas disponibles para construir.
Por Diario Financiero.
Cuando el Consejo Regional (CORE) aprobó en marzo del año pasado las modificaciones al Plano Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100), los privados celebraron las oportunidades que abría la ampliación del límite urbano de la capital incorporando 10.262 hectáreas al desarrollo inmobiliario en ocho comunas, especialmente en Puente Alto, Quilicura, Pudahuel, Maipú y San Bernardo.
Pero las expectativas de los empresarios de generar inversiones por US$ 14.000 millones, se estrellaron contra las objeciones de la Contraloría que mantienen en suspenso la entrada en vigencia de esta normativa. “Su demora ha acelerado el crecimiento de comunas cercanas como Lampa, Padre Hurtado, y de Puente Alto y San Bernardo en el Gran Santiago tradicional, aunque en el barrio alto el efecto ha sido nulo”, indica el socio de la consultora Atisba, Iván Poduje, quien concluye que el resultado inevitable será un efecto de traspaso “al precio de las viviendas nuevas”. Es que junto a la escasez de suelo, señala que la demanda de localización que presiona los precios al alza en el sector oriente de Santiago –sumado a los costos transporte y la cobertura de servicios– provocará “plusvalías muy importantes en algunas comunas, tal como ha ocurrido en capitales de países desarrollados”.
En su análisis del mercado de suelo al segundo trimestre de 2012, el consultor Pablo Trivelli constató que la ofertas de grandes paños de terrenos se concentra en Quilicura, Puente Alto y Maipú con 860.507 metros cuadrados que representan un 51% de la superficie total ofrecida en el Gran Santiago en ese lapso, en el cual los precios muestran una tendencia al alza, “especialmente en las comunas que históricamente han tenido niveles más bajos de precios”. Hasta el momento, el PRMS sigue a la espera del pronunciamiento de la Contraloría, a lo que se suma el estancamiento de la aprobación final a los Proyectos de Desarrollo Urbano Condicionado que permitirán el desarrollo de mega proyectos inmobiliarios por unas 2.300 hectáreas en la zona de Lo Aguirre, Pudahuel.
¿Cuánto suelo queda?
La reactivación del negocio inmobiliario desde 2010 agudizó la presión sobre una superficie urbanizable cada vez más escasa, al punto que la CChC advirtió que al Gran Santiago le quedan sólo 1.893 hectáreas disponibles para proyectos habitacionales, y que ya es prácticamente imposible encontrar predios para construir viviendas sociales en el radio urbano. Esto abrió el debate respecto de la real disponibilidad de suelo en la capital. “En el Gran Santiago, sin considerar Chacabuco, Talagante ni Melipilla, quedan aproximadamente 6.000 hectáreas: un 21% en el barrio alto y el 32% en Puente Alto y San Bernardo, que son las reservas principales”, replica Poduje. A su vez, Trivelli sostiene que la disponibilidad de terrenos urbanizables en la Región Metropolitana asciende a unas 20 mil hectáreas en el largo plazo si se consideran las futuras 10 mil hectáreas del PRMS 100 y las 2.300 hectárea de Lo Aguirre, más unas 4.000 hectáreas aptas para su reciclaje.