Las criaturas que acechan Santiago
Quedan pocas gárgolas en la ciudad. Aparecieron a comienzos del siglo XX, pero varias fueron derribadas. Las últimas están en casas de Av. Vicuña Mackenna y del barrio Brasil.
Por Darío Zambra, La Tercera.
Sus cuerpos son pequeños y huesudos. Poseen facciones más parecidas a las de un murciélago que a las de un humano. Una tiene un cráneo en la mano. Otra provoca la impresión de que fuera a abalanzarse sobre los peatones. Sus rostros son siniestros. Las cinco criaturas están esculpidas en la fachada de una casona de la calle Cienfuegos, en el barrio Brasil.
“Toda la gente se queda mirándolas y les sacan fotos. ¿Ve esa que está quebrada? Cuentan que está así porque era una gárgola buena, sin maldad, que se arrancó”, relata Franklin, un guardia que trabaja en esta calle. Aunque el caserón -que fue sede de Colo Colo y hoy es de la U. Alberto Hurtado- también está ornamentado con calaveras y lagartos, las gárgolas se roban la película.
Estas grotescas criaturas, que mezclan rasgos de humanos y animales, son representativas de la arquitectura gótica. Aparecieron en Santiago durante las primeras décadas del siglo XX, ornamentando las construcciones de estilo neogótico de arquitectos como Luciano Kulzcewski y Eduardo Costabal. “La idea era romper con la arquitectura clásica y por eso usaron elementos como gárgolas y lagartos”, explica el arquitecto de la U. de Chile Fernando Riquelme.
Quedan pocas gárgolas en la capital, aunque todas las que se conservan son atemorizantes. Una de las más conocidas la hizo Kulzcewski en 1928. Está en la azotea de un edificio de Merced, justo frente al Parque Forestal, y tiene un cuerpo que es mitad león y mitad águila.
En la casona que ocupa el Consejo de Monumentos, en Vicuña Mackenna 84, también hay una, que tiene una cara rechoncha. Este inmueble neogótico, diseñado por Eduardo Costabal en 1929, es conocido como La Casa de las Gárgolas, por figuras como ésta y la estatua de un duende que usa un pez como instrumento musical, que está ubicada en el patio del lugar.