Farellones se convertirá en polo turístico con nuevos hoteles y edificios
El municipio de Lo Barnechea impulsará el desarrollo urbano de esta localidad cordillerana.
Por Evelyn Briceño, La Tercera.
Hace 17 años Jaime es uno de los 400 habitantes del pueblo de Farellones, a 36 km de Santiago. Vive solo, sin más compañía que la de su perro. Por eso no le gusta la idea de que llegue más gente al lugar, sobre todo en invierno. “Llámenme egoísta, pero prefiero que esta zona se mantenga alejada e inaccesible”, señala. Aunque incomode a Jaime, la metamorfosis es inevitable. La Municipalidad de Lo Barnechea, comuna donde se ubica este villorrio y los centros de esquí cercanos, está empeñada en un plan de modernización del sector.
“La idea es democratizar la montaña y convertir esta aldea en una ciudad”, dice el alcalde Felipe Guevara.
El proyecto incluye infraestructura urbana (hoteles, edificios y un centro de salud) y turística (miradores, senderos y estacionamientos).
“El objetivo es que todos puedan acceder a este paraje y también que muchas más personas puedan vivir en éste, que será el mejor barrio de Santiago, más cerca que otros, como Pirque o Calera de Tango, con cero esmog y con flora y fauna nativa”, asegura Guevara.
Según el plan, en 20 años se ocuparían las 629 hectáreas urbanizables que existen. Hoy, sólo se usan 105.
Ahí se construirán edificios de departamentos, un colegio, una iglesia e infraestructura para servicios (supermercado, farmacia y baños públicos).
Más y mejor turismo
Los primeros pasos se están implementando. Ya comenzó la instalación de 90 nuevas luminarias peatonales, iniciativa que costó $ 120 millones.
También, se invirtió en la compra de una flota de camiones (de basura, aljibes, cargadores, tolva y para el retiro de nieve), una máquina que echa sal en los caminos para evitar accidentes y una retroexcavadora, que en total costaron $ 460 millones.
En paralelo, se terminó un nuevo hotel en Farellones y se inició la edificación de otro. En 2013, se proyecta la pavimentación de calles y la construcción de estacionamientos, una planta para el tratamiento de aguas servidas, un cuartel de Bomberos, un retén de Carabineros y un paseo peatonal techado.
El alcalde explica que se tratará de un proceso de desarrollo paulatino. Añade que si durante 2005 se construía sólo un edificio al año en el sector, durante 2011 serán más de 10. “Una autoridad debe tomar decisiones, y mantener Farellones como una reliquia, aunque quisiéramos, es imposible”, explica Guevara.
Andro Curkovic, presidente de la Corporación de Adelanto de Farellones -entidad que agrupa a los vecinos hace más de 60 años-, apoya la iniciativa, pero con reparos. “Celebramos las intenciones de desarrollo, pero nos preocupa que se afecte una identidad que queremos perpetuar”, señala.
En la municipalidad no desconocen los aspectos negativos de este plan de desarrollo, como la necesidad de poner más atención a la seguridad de las casas o la pérdida de condiciones de silencio y tranquilidad con la llegada de turistas y vecinos. “Es un proceso ineludible por el desarrollo de la ciudad”, dice el alcalde.
El municipio tomará sus resguardos para que las nuevas edificaciones no rompan el estilo del lugar, que no se construyan edificios de más de tres pisos y que en ellos se use la materialidad tradicional de Farellones, basada en madera y piedra. Todos esos requisitos serán garantizados por el nuevo Plan Regulador del Centro Cordillera, que estaría listo antes de fin de año.
Curkovic reitera que estas garantías son fundamentales para los vecinos. “Sin un adecuado plan regulador este desarrollo puede ser perjudicial. La zona debe mantener su baja densidad, con viviendas unifamiliares y uno que otro edificio que no supere los tres pisos”, enfatiza.
Agrega que también se debe considerar una normativa arquitectónica en que se especifiquen las características constructivas que deben tener los inmuebles que se hagan en el sector.
El dirigente también hace hincapié en que la Ruta G-21 -que se construirá a partir de 2014- debe incluir un by pass para que el flujo vehicular deje de pasar por el centro del pueblo. “Sin eso, Farellones colapsará”, explica.
Yerba Loca, un santuario
El santuario natural de Yerba Loca -ubicado en la curva 15 de la Ruta G-21 y que tiene más de 40 hectáreas- permanecerá abierto a la comunidad. “La intención es que todos puedan hacer un paseo por el día a ese parque y a Farellones”, comenta el edil.
Entre 2014 y 2017, y en paralelo a la nueva Ruta G-21, se construirán en la zona cuatro miradores para incentivar el turismo de montaña.
Ahí los turistas podrán hacer picnic y estacionar ve-hículos. Cada mirador tendrá capacidad para 20 automóviles y considerarán escaños de descanso y para la observación de aves.
“Es importante ampliar el turismo y que no todo se reduzca a los centros de esquí”, dice Eduardo Pavez, vicepresidente de la Unión de Ornitólogos de Chile.
También se incrementarán los senderos que a partir del km 5 del camino permiten adentrarse hacia los cerros. Incluso, se piensa construir una tirolesa o canopy gratuito para que los visitantes tengan más opciones de actividades de montaña.
El alcalde señala que quienes accedan a Yerba Loca y a estos miradores no tendrán que pagar los dos peajes de la Ruta G-21. El primero de ellos será para quienes ingresen a la mina Los Bronces y el otro estará en la curva 39, donde comienzan los centros de esquí La Parva, El Colorado y Valle Nevado.