Carta de la semana: “Bolsa de Comercio de Valparaíso”
Esta semana se dio a conocer que el Consejo de Monumento Nacionales rechazó un proyecto presentado por el Directorio de la Bolsa de Comercio de Valparaíso para remodelar el inmueble. Esta iniciativa buscaría reactivar el edificio que actualmente acoge a menos corredores que antes, porque migraron a Viña del Mar en busca de oficinas más modernas. La decisión fue tomada porque el proyecto atentaría contra los principios que establece la UNESCO desde que catalogó, en 2003, a Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad.
Óscar Acuña Poblete, ex Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales y actual decano de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural de la Universidad Internacional SEK, habla de este edificio en la carta destacada de la semana donde postula que es necesario impulsar el desarrollo de edificios históricos para que no queden en el completo abandono.
Después del corte, podrás leer la carta enviada al diario El Mercurio.
Señor Director:
He lamentado leer la nota acerca del rechazo del Consejo de Monumentos Nacionales a una intervención que se planeaba realizar en la Bolsa de Comercio de Valparaíso. El patrimonio cultural no es algo estático que se deba congelar, por el contrario, es dinámico y debe evolucionar en sus usos según los tiempos, de lo contrario se expone al peor de sus enemigos que es el abandono.
Esta historia ya ha ocurrido en ocasiones anteriores que pensábamos superadas. Fue el caso del edificio Luis Cousiño, tristemente conocido como “La Ratonera”; el Palacio Pereira en Santiago y muchos otros. Me correspondió apoyar como secretario ejecutivo de ese consejo varios de esos proyectos, pues estábamos conscientes que en el contexto existente, en que no hay ningún tipo de incentivo real al propietario a conservar estos bienes, se deben al menos dar pasos para que éste pueda impulsar desarrollos armoniosos y compatibles con la realidad para matar esa imagen de que un monumento es un “cacho”.
Pareciera que en vez de avanzar lo que hacemos es retroceder y mientras en el mundo, bienes de enorme valor son intervenidos y sucesivamente reciclados para seguir sirviendo a la sociedad, hoy en Chile optamos por una visión diametralmente opuesta.
Sin duda que al ver la noticia de que en Italia se venderán 350 edificios patrimoniales para ser utilizados por empresas, lo que se lamenta de concluir es que en Chile, luego de haber avanzado, ahora simplemente retrocedemos. Esperemos que la Bolsa de Comercio de Valparaíso no se transforme en un nuevo Palacio Pereira y que lo tan largamente diagnosticado que es la falta de un hilo conductor del Plan de Valparaíso, que aparentemente podría cambiar, no condene esta zona a su abandono y deterioro definitivo.
Óscar Acuña Poblete
Decano Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural Universidad Internacional SEK