Evalúan demolición de marquesina para ampliar capacidad del Estadio Nacional
Por Patricio Cofré A., La Tercera.
Consejo de Monumentos Nacionales visó esta propuesta enviada por el gobierno.
En 2010 se inauguraron nuevas obras en el Estadio Nacional: un foso para separar las graderías de la cancha y nuevas butacas individuales. Con esa refacción se ganó en modernidad, pero se perdió capacidad, pues de 65 mil espectadores que cabían se redujo a 48 mil.
Poco después de la reapertura del coliseo, el Presidente Piñera anunció que el estadio volvería a crecer hasta lograr las 60 mil personas.
Dos años estuvieron los asesores de la Presidencia analizando cómo darle viabilidad al mandato, y en julio pasado el equipo encabezado por el ingeniero civil Santiago Valdés entregó tres propuestas al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), dada la condición de Monumento Nacional del recinto (2003).
Las tres alternativas que el gobierno le propuso al CMN fueron analizadas por un comité de arquitectos externos convocados por el organismo y éste descartó las dos primeras sugerencias, pues implicaban hacer crecer las graderías en forma asimétrica (se elevarían en el sector Andes y luego decrecerían hasta el nivel del techo de la marquesina, en el sector poniente).
El secretario ejecutivo del CMN, Emilio de la Cerda, cuenta que pese a que no eran partidarios de tocar esta importante estructura del estadio, se inclinaron por la propuesta que considera derribarla. “Esto, porque es la única manera de que las graderías crezcan en forma pareja 20 metros hacia arriba”, explica.
El acta de Consejo de Monumentos Nacionales relativa a la discusión de este proyecto consigna que para darle algún tipo de techumbre al coliseo, se instalará una cubierta -de un material aún por definir- que proteja el 60% del recinto. Esta estará adosada a una serie de pilares ubicados afuera del recinto.
De la Cerda aclara que la decisión del consejo apunta a ampliar simétricamente las graderías. “(Con eso) tácitamente estamos diciendo que se considera la posibilidad de demoler la marquesina”, asegura.
Además del crecimiento en 20 metros sobre la construcción (con un anillo perimetral de graderías), el documento hace referencia a la habilitación de un “paseo a la altura del actual edificio”.
Fuera de lo anterior, en el sector de la tribuna marquesina, el proyecto contempla 22 salones VIP, 17 nuevas casetas de transmisión y un museo del fútbol.
“Es una decisión muy difícil, pero en términos de criterio se ha privilegiado la coherencia completa del estadio antes que la sobrevivencia de un elemento singular como la marquesina”, comenta De la Cerda.
Los riesgos
Aparte de la necesidad de ampliar el Estadio Nacional -construido en 1938 y refaccionado para el Mundial de Fútbol de 1962- estaba también la preocupación por el estado de deterioro del techo sobre la tribuna oficial.
Según consigna el acta publicada en julio, el funcionario de gobierno, Santiago Valdés, expuso que dicha estructura tenía serios problemas. “A pesar de la reparación hecha después del terremoto, los problemas persisten y se profundizarán, porque la construcción presenta una falla sistémica y no cumple la normativa vigente. Los volados de hormigón, en general, constituyen un peligro latente en un país sísmico como el nuestro”, expresó.
Para De la Cerda la situación es preocupante. “Dos vigas de la marquesina de hormigón armado colgante, después del terremoto cedieron. Con un nuevo un sismo equivalente podría caerse”, dice.
La ampliación del Estadio Nacional debería estar operativa para los Juegos Odesur de 2014 y para la Copa América del 2015.