Turismo patrimonial atrae al 40% de visitantes extranjeros
Por Ximena Bertin, La Tercera.
Más de un millón 200 mil turistas internacionales visitaron Chile para experimentar sus atractivos patrimoniales y culturales en 2011.
Experimentar la cultura originaria y las tradiciones del país son parte de las principales motivaciones que tienen los extranjeros para elegir a Chile como destino. De acuerdo a cifras de Sernatur, de los 3 millones 70 mil extranjeros que visitaron el país en 2011, un 40%, es decir, más de un millón 200 mil, lo hizo por razones culturales y patrimoniales.
Este año, a la fecha ya han recorrido Chile dos millones 338 mil extranjeros, concentrando en agosto un récord de 238 mil visitas, la cifra más alta desde 1998. En su mayoría, estos llegaron desde Argentina (35%) y Brasil (16,8%), y también de Europa (8,2%) y EE.UU. (4%).
Esta creciente demanda internacional por la cultura chilena ha generado diversas iniciativas para rentabilizar este interés, y lograr que los turistas quieran conocer otros destinos vinculados al patrimonio. Así se quedan por más días y, por lo tanto, aumentan su gasto.
Según el director de Sernatur, Daniel Pardo, a 2020 la meta es aumentar en dos días el promedio de pernoctaciones, y en un 10% el gasto diario, para pasar de US$ 117 a US$ 135 per cápita. “Sabiendo que el 40% de los turistas se ven motivados por razones culturales, es evidente que hay que empujar esos motivadores de viaje e impulsarlos para que alcancemos los cuatro millones de turistas al cierre de 2014”, señaló Pardo.
Diversificar la oferta
Los tres destinos preferidos por los turistas internacionales son San Pedro de Atacama, Isla de Pascua y Las Torres del Paine. En cuarto y quinto lugar se encuentran Santiago y Valparaíso, que se verían favorecidos por la cercanía al aeropuerto internacional.
Para diversificar esta oferta se está trabajando en la proyección de otros destinos patrimoniales menos conocidos.
Otro foco que se quiere potenciar es el turismo religioso, particularmente en la Región de Arica y Parinacota, en el marco de una tendencia en alza en el mundo. Ahí se trabaja en la restauración de 31 iglesias del siglo XVII, que unen la tradición aimara local con el legado de las misiones españolas durante la colonia.
A través de subsidios, los pueblos originarios están recuperando sus iglesias, y a la vez, desarrollando ofertas de alojamiento en sus propias casas. “Dentro del circuito, resaltan, junto a la recuperación arquitectónica de las iglesias, las fiestas tradicionales que tienen por su origen indígena y que están generando un interés creciente como atractivo turístico”, aseguró Pardo. Destaca aquí la iglesia de Putre, monumento nacional construido en 1670 en reemplazo de la antigua iglesia, destruida por un terremoto y que, según los cronistas, estaba cubierta de oro y plata. Ahí celebran un carnaval religioso en febrero; la fiesta de la Virgen de la Asunta (el 15 de agosto); la de Cristo Rey (el último domingo de octubre) y el Pachayampe o fiesta de la papa (la primera semana de noviembre).
Al sur del país, el lago Budi, en La Araucanía, es el lago salado más austral del mundo. La comunidad mapuche local agrupada en una red turística ofrece no sólo paisajes, alojamiento y alimentación, sino también la oportunidad única de conocer y compartir la cotidianidad de una cultura ancestral y uno de los legados vivientes más antiguos del mundo.