“BRU” Bonos de Responsabilidad Urbana. Un instrumento de equilibrio urbano
Por José, Martin Schmädke (*). INICIATIVA URBANA (**).
Los bonos de Responsabilidad Urbana, son una herramienta de gestión desarrollada por el grupo INICIATIVA URBANA en el marco del PRUA 2020, PLAN DE RECUALIFICACION URBANO AMBIENTAL, de la ciudad de San Luis, Argentina. En un contexto de gran auge e inversión inmobiliaria, uno de los objetivos era definir los lugares donde densificar tanto a nivel edilicio como poblacional de manera de colaborar con el equilibrio de la mancha urbana. Se debía recomponer el tejido edilicio, alcanzar una imagen de ciudad sustentable, considerando al ciudadano como medida para la toma de todo tipo de decisiones. Desde los inicios se buscaba recuperar el equilibrio que la ciudad había perdido. La sustentabilidad es el fundamento y eje central del proyecto de crecimiento urbano.
Para alcanzar alguno de estos objetivos se diseño la Nueva Normativa edilicia para la ciudad, la Normativa Sustentable 2009/2010, que incorporó en su estructura el sistema de Bonos de Responsabilidad Urbana (los BRU), como apartado fundamental a la hora de proyectar nuevos emprendimientos. Con la puesta en funcionamiento de este mecanismo de bonos, se permitiría el crecimiento equilibrado de la ciudad. El sistema de BRU, definió que cualquier crecimiento a nivel privado debería dar como resultado inmediato, un equilibrio en los estándares de calidad de vida propuestos.
Los bonos BRU fueron diseñados para trabajar a partir de indicadores de calidad de vida definidos como necesarios para lograr el equilibrio, como por ejemplo la cantidad de automóviles por habitantes, cantidad de espacio público por habitantes, cantidad de espacio de interacción social, cantidad de espacios verdes por habitantes, cantidad de residuos consumidos por habitantes, etc. Estos fueron algunos de los previstos como “no negociables”, para ser analizados, pero la estructura del instrumento permite incorporar cualquier indicador que tenga como finalidad alcanzar la equidad.
Para el desarrollo del instrumento se tomaron fundamentos teóricos utilizados en la Responsabilidad Social Empresaria y en la Responsabilidad Social Universitaria, apoyados también en el concepto win/win, que busca alcanzar una propuesta donde todos ganan.
En el proceso de diseño del instrumento, a modo de reflexión se planteaban los siguientes escenarios: Una familia promedio en la ciudad de San Luis está compuesta por 3 personas. Esta familia posee un árbol de gran porte (aprox. 20 mts. de diámetro) en el fondo de su lote, por lo tanto podemos afirmar que ellos tiene una cobertura de oxigeno ideal, saludable y por lo tanto sostenible, ya que sabemos que un árbol de esta envergadura puede generar oxigeno para la respiración de 3 personas.
Pero si donde ahora vive esta familia construimos un edificio donde vivirán 30 nuevas familias, es decir unas noventa personas, podríamos afirmar que vamos a necesitar 30 árboles para cumplir el estándar mínimo de cobertura de oxigeno. Evidentemente estas personas estarán tomando oxigeno generado en otro sitio de este modo “la propuesta dejará de ser sostenible”. ¿Por qué esta iniciativa privada no debería hacerse cargo de ese problema, si es un desequilibrio generado por ellos?
Según los datos de los últimos censos oficiales, existen 1.2 automóviles por familia en la ciudad. Supongamos que llegaran 30 nuevas familias es decir vendrán 30 nuevos vehículos al sector. ¿Donde estacionaríamos estos vehículos? ¿Por qué en la calle? ¿Por qué en la vía pública deteriorando el espacio urbano, provocando caos vehicular, aumentando la posibilidad de accidentes, o simplemente negando la posibilidad de ampliar la vereda?
Para este caso entonces el desarrollador privado, deberá canjear “bonos de estacionamiento” sobre los vehículos que no pueda estacionar dentro de su propiedad, y dar la posibilidad al municipio para que solucione este desequilibrio en relación al índice automóvil.
Es decir, todos los valores no satisfechos dentro de los límites del espacio privado van es desmedro del bien público y atentan contra este; por lo tanto deberán ser canjeados por B.R.U. que serán utilizados directamente en obras públicas que busquen el saneamiento y la recualificación de la ciudad.
Estos bonos se pagarían en el momento de solicitar el permiso de edificación. Y, cuando llegan al municipio en forma de dinero, este lo direccionará a obras previamente definidas en el PRUA SAN LUIS 2020.
Se desarrollaron programas y anteproyectos de 20 proyectos prioritarios, diseñados para dar respuesta a problemas socio‐urbanos detectados en la etapa de análisis y diagnóstico. Estos proyectos fueron ubicados estratégicamente en sectores urbanos actualmente deficitarios, pero de gran potencial para lograr el equilibrio de la mancha urbana.
A corto plazo el sistema de B.R.U prevé que la ciudad de San Luis mantenga un estándar mínimo de calidad de vida, pero este proceso a largo plazo estipula la mejora de los estándares solicitados por la Organización Mundial de la Salud y otras entidades de similar importancia. Este mecanismo de bonos acompaña la voluntad de crecimiento con un objetivo claro, a mayor desarrollo urbano mayor calidad de vida para sus habitantes.
En el desarrollo del sistema de BRU y de sus mecanismos de implementación se estimó la necesidad de lograr un instrumento replicable en nuestro contexto latinoamericano. Muchas de las ciudades sufren de los mismos problemas en mayor o menor escala. Este sistema puede ser repetido conceptualmente en las ciudades latinoamericanas, se trata de ideas fácilmente transferibles porque son simples.
“La presentación de este trabajo en distintos congresos nacionales e internacionales ha posibilitado llegar a más personas que hoy se encuentran trabajando sobre estos conceptos desde el ámbito académico y también gubernamental haciendo que “La normativa sustentable del “todos ganan” de San Luis repercuta en la calidad de vida de más ciudadanos”.