Museo del Meteorito, nuevo atractivo turístico de San Pedro de Atacama
Por Mario Alejandro Rojas, El Mercurio
Colección de tres mil piezas con una data de hasta 4.500 millones de años:
Funciona desde hace dos meses y mezcla exhibición de fragmentos con videos de ellos en el sistema solar, de su caída en la Tierra y sonidos del espacio captados por la sonda espacial Voyager 1.
A sólo dos cuadras de la plaza de San Pedro de Atacama, a 2.500 metros de altitud y en la precordillera de Antofagasta, se levantan desde hace dos meses dos domos blancos de cinco metros de altura, conectados por un pasillo. A la distancia, se asemejan a un módulo de una misión espacial o a un iglú gigante.
Es el Museo del Meteorito, único en su tipo en el país y que con su colección de tres mil unidades -menos de un tercio está en exposición- irrumpe como un nuevo atractivo turístico para los más de 250 mil visitantes que cada año llegan a esa localidad.
Las piezas de la muestra fueron recolectadas entre 1983 y septiembre de este año por geólogos y aficionados a los meteoritos en distintas zonas del norte de Chile, entre Arica y Coquimbo. En sectores como Monturaqui, al sur de San Pedro de Atacama; Imilac, al este de la mina Escondida, y en Vaca Muerta, al sureste de Taltal.
Recibe hasta 80 visitas diarias, y la exhibición se divide en temáticas como la evolución del sistema solar, qué son los meteoritos, su origen, composición, cómo ingresan y cambian su forma al ingresar a la Tierra, cómo se buscan y clasifican, entre otros. Todo ello en un ambiente con juegos de iluminación y sonidos captados desde el sistema solar por la sonda espacial Voyager 1.
“Todo es muy didáctico e incluso puedes tocarlos. Son más oscuros que una roca normal, fríos y no sé si será sugestión, pero te relajan”, dice Daniela, turista santiaguina, luego de una visita guiada de 45 minutos por el complejo de 90 m {+2} .
La muestra incluye fragmentos con una data de hasta 4.500 millones de años -condritos-, con tamaños desde una moneda de $10 hasta una sandía, y pesos de entre 32 gramos y 31 kilos. Algunas vitrinas tienen orificios que permiten tocarlos, y se exhiben videos de meteoritos y asteroides en el sistema solar y cayendo en la Tierra. La muestra está certificada por la NASA y la universidad UCLA, de EE.UU., y el centro Cerege, de Francia, además de publicaciones especializadas como “Meteoritical Bulletin”.
Entre sus piezas hay meteoritos del tipo granito, de los que sólo se han hallado 17 en el mundo. También el “Guanaco”, que entre sus componentes tiene hierro y dio origen a una nueva clasificación, además de fragmentos hallados en el siglo XIX en Chile y recuperados en colecciones extranjeras.
Su creador y administrador es Rodrigo Martínez, biólogo marino de la UC del Norte convertido en astrónomo y recolector de meteoritos. “Es un esfuerzo familiar con ayuda de universitarios, que partió en 1982 cuando acompañaba a mi hermano Edmundo -geólogo- en sus salidas a terreno en el desierto para preparar su tesis sobre meteoritos”, explica Martínez, quien agrega que tienen apoyo municipal.
Planes de expansión
Uno de los objetivos del museo es integrarse a la comunidad local, en forma didáctica, facilitando el ingreso gratuito de estudiantes de colegios de la comuna.
Comencé con una inversión de $28 millones para instalar la muestra y tengo planificado un recinto similar en Coquimbo, un poco más grande, que tendrá un costo de $400 millones para exhibir el resto de la colección”, explica Martínez. En enero y febrero pasados ya presentó parte de la muestra en La Serena.